lunes, 4 de marzo de 2013

Mientras los entrenadores forman… ¿Qué hacen los padres y madres de nuestros niños y niñas?


Artículo de: Miguel J. Retamero
Mientras los entrenadores forman… ¿Qué hacen los padres y madres de nuestros niños y niñas?
Hoy en día, puedes ir a ver un partido de cualquier deporte en categoría de formación, dónde los niños y niñas disfrutan jugando, los entrenadores en formación disfrutan de sus jugadores y los árbitros que están empezando se forman, pero… ¿Qué ocurre en las gradas?
A día de hoy, nos encontramos con una situación algo desagradable en los pabellones y pistas de juego dónde juegan nuestros pequeños, no hablo de jugar a fútbol, baloncesto, balonmano, o cualquier otro deporte, hablo de la situación que nos encontramos en las gradas de estos lugares. Encontramos a padres, madres y familiares de jugadoras y jugadores, que no se dedican a otra cosa, más que a gritar, gritan al árbitro, gritan al entrenador, gritan a sus hijos, gritan al otro equipo y como no a otros padres.
Por desgracia esto no es solo cosa de la grada que entra en trifulcas y se queda ahí. Esto afecta a todos… No se dan cuenta de que están gritando e insultando al entrenador de su hijo, un muchacho de poca edad que está aprendiendo igual que sus hijas, y que seguramente tendrá alguna formación para desempeñar esta función. Tampoco valoran la dificultad de un joven árbitro al ponerse frente a un partido, que puede ser su primer partido, un muchacho o muchacha que se enfunda un uniforme tras haber recibido una formación y que en muchas ocasiones no puede ser acompañado por un compañero con más experiencia. Y lo más importante, estos progenitores no se dan cuenta del gran daño que ocasionan a los menores, que a menudo se ven avergonzados por sus padres y madres, e incluso tienen que mandarles callar mientras están jugando en el terreno de juego, estos padres no se dan cuenta de que mientras ven a sus hijos han de animar, ayudarles a divertirse, pero no reprocharles el fallar una canasta, o el dar un mal pase…
Quizá si antes de aventurarse en comenzar a gritar pensaran un poco o incluso les preguntaran a sus hijos te gusta que vaya a verte, quizá muchos niños y niñas responderían con rotunda negación y realmente no es porque no quieran que sus padres los vean, sino porque se avergüenzan de lo que hacen en la pista o mejor dicho, en las gradas.
No podemos extrañarnos cuando un jugador ya formado con casi los dieciocho años se encara al árbitro o insulta al otro equipo, es lo que han aprendido desde pequeños, es la formación de sus padres, es un granito de arena convertido en una montaña, y mientras que su entrenador luchaba para que recibiera unos valores, para que cada día que saltara a la pista estuviese orgulloso de vestir unos colores, o simplemente e coger un balón y encarar la canasta, había alguien que echaba abajo ese duro trabajo, y si para colmo se les pide a los progenitores que apoyen al entrenador y no se insulte en el partido, estos se vuelven en contra del entrenador porque no tiene derecho a decir que pueden y no pueden hacer, como dijo una gran entrenadora a una madre, “Usted confía en mi la educación de su hija, por tanto yo tengo derecho a decirle que si usted insulta en los partidos su hija no jugará” porque así es los entrenadores y entrenadoras están para formar, y deben tener el apoyo de las madres y padres.
Para terminar hoy es un día especial y quiero dedicar este artículo a dos personas que han trabajado mucho con sus niñas para conseguir hoy la victoria en la categoría minibasket femenina en Granada, enhorabuena a Antonio Caballero y Loli Fernández por su gran trabajo durante esta temporada.
Miguel J. Retamero

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