“Nunca hay que olvidar de dónde venimos… que el brillo fugaz no
borre las huellas profundas del pasado… un pasado que es padre del presente y
futuro”
La
primera vez que lo veo es en la categoría cadete, creo que antes había jugado a
Balonmano si no me engaño… no es nada del otro mundo, un jugador algo bajo y un
pelín regordete… entre los suyos no destaca demasiado. Pero con el paso de
entrenes y partidos va mejorando, poco a poco pero siempre hacia delante… y
llega su segunda temporada, ahí empieza a destacar, ha cogido algo de altura y
ha adelgazado… empieza a tener maneras de buen jugador… en la categoría junior
es donde se destapa, su cuerpo se estiliza, se hace fuerte, ha crecido, gana en
potencia de salto, es veloz y tiene muy buena mano… si, su muñeca es una
pasada… se convierte en un anotador, tanto en contraataques, como en tiros de
media distancia como de tres puntos… ¿Quién nos lo iba a decir? Pocos cuando lo
vimos el primer año pensamos que llegaría a algún sitio, ¿pocos? Yo diría que
ninguno, pero ahí estaba, siendo uno de los líderes de su generación… una
generación que en el primer año cadete daba pena verla y que en juniors estaban
rindiendo a un nivel muy alto… la evolución de todos había sido enorme y él era
el claro ejemplo. Además de un gran anotador defendía muy bien y ayudaba en los
rebotes, le sumaba que era de manos rápidas lo que le hacía robar muchos balones. Con
el junior consigue ser campeón invicto… y llega al Senior… entonces solo había
uno… y a pesar de ser de primer año comienza teniendo muchos minutos, al menos
para un rookie aunque él no lo crea así… a esas edades todos queremos jugar más
de lo que lo hacemos… con el paso de las temporadas acaba haciéndose un jugador
importante del primer equipo (cuando ya habían dos seniors) y aunque alguna
temporada baja al segundo equipo (por voluntad propia) es uno de los jugadores
que destacan en el “A”… no es la primera opción de ataque, pero es uno de los
jugadores sobre los que basamos el juego… sus tiros nos dan muchos puntos,
siempre nos da la opción del contraataque y podía jugar en el poste bajo y
sacar ventaja a su par (era alto y rápido)… con el paso de los años mejoró su
juego, ya no era un simple anotador (aunque con el balón en las manos siempre era una amenaza... nuestro "Francotirador") ni se impacientaba si en 2 ataques seguidos
no tocaba balón… empezó a entender el juego, sus tiempos y sin necesidad de
anotar nos aportaba de muchas otras formas.. y paradójicamente cuando menos
ansiedad tenía por anotar es cuando más opciones fáciles tenía y aprovechaba.
Tuvo un retiro y volvió, volvió para jugar un último año en el “B” donde su
rendimiento nos ayudó muchísimo… pero tuvo la mala pata de lesionarse cuando aún quedaban varios meses por jugar… una despedida amarga e injusta con él… se
merecía despedirse jugando, en la pista, con algún lanzamiento…
“Nunca hay que olvidar de dónde venimos… que el brillo fugaz no
borre las huellas profundas del pasado… un pasado que es padre del presente y
futuro”
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