Tras perder la semana pasada jugábamos en casa, teníamos al equipo al completo, contábamos con todos los jugadores lo cual era una muy buena señal para nosotros, más si cabe si el rival venía con sólo 7 jugadores. Comienza el partido y no somos capaces de hacernos fuertes por dentro donde tenemos una superioridad manifiesta, abusamos del tiro exterior, del triple y no somos capaces de hacer llegar el balón dentro, solo Aaron busca penetraciones para doblar. Llevamos la iniciativa en el marcador pero el juego dista mucho de ser el idóneo. La segunda parte comienza con el rival remontando e igualando el marcador, cambiamos la defensa, nos ponemos en zona ¿en zona? No me lo creo... Expulsan a uno de los jugadores rivales que hace las veces de entrenador, además se lesiona otro jugador, solo les quedan 5 jugadores, parece que puede ser nuestro momento... pero no, el rival se adelanta y aumenta la diferencia en el marcador... Incapaces de resolver nuestros problemas defensivos donde somos pocos intensos, y en ataque jugamos sin ideas, sin un plan de juego, sin determinación... El rival se va 11 puntos arriba en el marcador, renta que se consigue disminuir hasta ponerse a 3 puntos y tener opción de empatar con tiro en el último segundo, pero no, finalmente se pierde un partido que jamás se debería haber perdido pero donde no hemos hecho lo suficiente para ser merecedores de una victoria.
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