Tras más de 4 meses sin poder jugar un partido nuestros pequeños ya tenían ganas de volver a jugar... y nosotros de poder disfrutar de ellos. Hemos estado entrenando las últimas semanas con la incertidumbre de si podríamos jugar o no... y al final se abrió la luz... por fin algo de coherencia y sentido común en toda esta historia... no son conscientes del daño que han hecho al deporte, sobretodo al deporte infantil, donde los menores han perdido un año... y quizás algo más.
El equipo salió con muchas ganas al campo... nos tocaba jugar en una pista muy pequeña para nuestros intereses y forma de jugar... hablamos de que tenemos que ser rápidos, muy rápidos, que tenemos que pasar el balón rápido, veloz... que nos tenemos que encontrar unos a otros de forma instantánea... y que no debemos relajarnos ni un segundo en defensa... y la verdad es que el equipo sale muuuuuuuy enchufado, todos los jugadores se combinan, se pasan rápido el balón, se encuentran, son generosos unos con otros... se multiplican en defensa, el campo en contra de lo que pensábamos nos ayuda en defensa para salir a la contra y anotar con facilidad y regularidad.
El partido no tuvo mucha historia. Conseguimos cerrar el marcador, pero eso era lo de menos... lo mejor de todo fue poder volver a jugar un partido, poder ver a este grupo disfrutar haciendo lo que más les gusta... ese es el mejor resultado: la mirada de ilusión por poder jugar un partido.
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