Tim Duncan es una leyenda del baloncesto. Un jugador que ha realizado historia en la NBA.
Recuerdo el año que llegó a la NBA, el último de Michael Jordan en los Chicago Bulls (temporada 1997-98). Llegaba a la franquicia de los San Antonio Spurs para formar una pareja de interiores con David Robinson que podría ser espectacular.
En ese 1º año se convirtió en el líder del equipo. Era la nueva sensación de la liga... su repertorio de movimientos y su capacidad de leer el juego eran asombrosas (se notaba su paso por la universidad, muchos llegan a la NBA sin entender el juego, pero Tim Duncan era un maestro siendo un novato en la NBA).
Ganó el premio de rokie de la temporada por encima de la gran esperanza blanca Keith Van Horm del que decían que podría ser el nuevo Larry Bird (una herejía más de las muchas que se hacen año tras año en la NBA ¿Cuándo aprenderemos a no comparar a recién llegados con miembros del Olimpo de los Dioses del baloncesto? A parte de ponerles una presión sobre sus espaldas que la mayoría no soportarán es una forma de vulgarizar lo que fueron e hicieron esas leyendas comparándolos con novatos que no han hecho ni demostrado nada aún).
La 2ª temporada tuvo que esperar, el lockout hizo que se suspendiera parte de la temporada.Ya sin Jordan en la NBA, el mundo buscaba sucesor. Tim Duncan no falló y llevó a su equipo hasta las finales donde lideró al equipo para lograr el ansiado anillo, el 1º de la franquicia en toda su historia, ante los New York, el MVP tenía su nombre.
Desde su llegada a la NBA estuvo siempre en primera línea. Llego siendo una auténtica estrella, pero dentro de la cancha. Una vez fuera de ella no era “atractivo” a las cámaras, no era la imagen que buscaban los medios de comunicación para vender sus productos.
Desde entonces hasta hasta el final de su carrera ganó 5 anillos de campeón. Ha sido MVP de la liga regular en 2 ocasiones y MVP de las finales de la NBA 3 veces (solo Magic, Shaq y Lebron tienen las mismas nominaciones,.. Jordan está por encima con 6).
Los Spurs es el mejor equipo de este siglo XXI (5 anillos, igual que los Lakers, pero en número de victorias-derrotas en todo este tiempo no hay color) y en un candidato eterno al anillo.
Lo que más sorprendía de Duncan no es su juego (poco vistoso para el público pero tremendamente eficaz y fundamental para el equipo), no era su carácter (siempre tranquilo y pacifico), no eran sus gestos (parecía una figura de cera, siempre inmutable y casi inexpresivo, quizás esta fuera la razón que le alejaba de los focos de atención de prensa, público y medios de comunicación)... lo más sorprendente era su liderazgo y la forma en la que lo lleva a cabo. No acaparaba el balón, lo ofrecía, lo daba... no espoleaba a sus compañeros con palabras y arengas, lo hacía con trabajo, con ejemplo, tirándose a por un rebote, luchando la posición, dando el máximo al equipo a pesar de que su juego no fuera vistoso y muchas veces todo lo que hacía no salía en los fríos números de la hoja de estadística porque Duncan no jugaba para agrandar los números y su ego personal, Duncan jugaba para ganar partidos y sabía que para ello hacía falta mucho más que meter unas canastas o coger unos rebotes.
Era un jugador de doble-doble pero era mucho más que eso, era la pieza clave del engranaje de un equipo que funcionaba como un reloj suizo. Su liderazgo consistía en ofrecer al equipo aquello que le hacía falta en cada momento. No era el jugador más espectacular, pues no le hacía falta. No fue siempre el jugador que más lanzaba, pero siempre tenía buenos porcentajes y acababa en dobles dígitos. No era el jugador que más saltaba, pero siempre tenía un buen número de rebotes en su haber. Su capacidad de pase era asombrosa, pocos jugadores interiores a lo largo de la historia se le pueden equiparar en esta faceta. Durante muchos años fue el máximo referente del equipo, cuando con la edad perdió ese fulgor se convirtió en el líder invisible del equipo, en el que siempre estaba para lo que hiciera falta.
Era un ejemplo a seguir por todos los jóvenes de nuestra sociedad, pero por desgracia estos prefieren ser como Lebron, Carmelo, Iverson, Kobe, Rondon, Garnett, Wade, Westbrook, Curry, Durant, Harden... jugadores que destacan por su tremendo ego, por su palabrería, tatuajes, peinados, chulería, gestos a la grada, por encararse a los rivales, por su físico... ¿alguien puede decir que viera a Tim Duncan encararse a un rival después de haberle metido una canasta en los morros? ¿y hacer aspavientos después de hacer un tapón?... era el jugador tranquilo y eso no gustaba o mejor dicho eso no vendía el producto NBA. Y es que lo del "chico malo", el rebelde, vende mucho más que la de un tipo normal., tranquilo, sencillo, humilde.
Posiblemente estemos ante el mejor Ala-Pivot que ha dado el baloncesto americano pero también estamos ante uno de los jugadores más infravalorados de la historia simplemente porque "no vende".