Si hay un duelo que todo aficionado al baloncesto recuerda en la liga ACB son los que mantuvieron Fernando Martín y Audi Norris... dos jugadores que se bregaron como pocas veces se había visto antes y como pocas veces se ha visto después... yo personalmente no recuerdo algo igual...
Pero su lucha no era sucia, no había maldad, no había intención de hacer daño al rival... era una lucha feroz pero noble, una lucha titánica pero honorable, con una intensidad y agresividad que hacían saltar las chispas, donde el orgullo personal era un factor determinante... se jugaba un partido de baloncesto entre dos equipos, el Real Madrid y el Barcelona y al mismo tiempo se disputaba una auténtica batalla bélica entre dos titanes, entre dos gladiadores que no temían enfrentarse el uno al otro, sabiéndose que eran los mejores y que se disputaban el cetro de ser el mejor en su posición... y ninguno de los dos cedía un centímetro ante el rival, ante el "enemigo", ante su alter-ego... su lucha empezaba mucho antes que el inicio de partido... me los imagino en la cama del hotel en la víspera al partido, mirando al techo, con la mirada perdida, imaginando al rival, su rostro, su fortaleza... me los imagino sonriendo ante esa perspectiva, la perspectiva de luchar contra un igual, ante ese jugador que saca lo mejor que uno lleva dentro... fueron solo 2 temporadas... coincidieron 15 partidos los dos en la pista... parece que fueron más años y más partidos por la huella que dejaron en la memoria de todos los aficionados... y cada batalla entre ellos en la pista nos traslada a tiempos pasados donde los gladiadores se batían en la arena del coliseo, teñidos de sangre, de la del rival y de la propia hasta la muerte de uno y la salvación del otro por decisión del César... Martín y Norris no llegaron a tanto, pero les falto poco para ello... cuando la carretera se llevó a Fernando Martín en un trágico accidente Norris dijo que había perdido un amigo... porque es curioso lo que sucede entre máximos rivales, en el transcurso de tantos enfrentamientos lo acabas respetando de tal forma que lo conviertes en un amigo... pues son esos rivales los que sacan lo mejor de ti... y Fernando Martín sacó lo mejor de Audi Norris, así como Norris sacó lo mejor de Fernando Martín... dos colosos.
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