Partido en casa hablamos de salir intensos y agresivos desde el primer momento, pero a las primeras de cambio 0-14 de parcial en 5 minutos... 1-18 en el minuto 6 de juego... en el tramo final del periodo dejamos el marcador en 11-22. En el segundo periodo cambia el partido radicalmente, somos más intensos, corremos, pasamos rápido el balón, conseguimos puntos con facilidad, somos capaces de hacer daño dentro donde tenemos superioridad, al final un parcial de 23-10 nos deja con ventaja al descanso 34-32.
El tercer periodo es un intercambio de jugadas de acierto y desacierto por parte de ambos equipos, llegamos al minuto 8 con un resultado de 45-42... y ahí llega la hecatombe, malas decisiones, malos pases, exceso de bote de balón, pérdidas tontas y contraataques fáciles para el rival, parcial de 0-11 que nos deja con cara de tontos (45-53).
El rival se hace grande desde su planteamiento defensivo que no sabemos atacar... y es que querer ser el héroe en cada jugada nos lleva al colapso, al error continuado y la inoperancia ofensiva... Al final 51-64... Mucho por trabajar, mucho por hacer, mucho por crecer...
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