Después de la victoria la semana pasada fuera de casa, una victoria importante y de prestigio, tocaba refrendar la buena imagen en casa... pero el equipo estuvo muy lejos de su nivel, a años luz de su potencial... La palabra EQUIPO brillo por su ausencia en el terreno de juego, mientras el rival hacia gala de un juego colectivo lleno de cooperación, generosidad en ataque y solidaridad en defensa nosotros dejamos de jugar para el equipo muy temprano, a los primeros errores y desventajas nos pusimos "nerviosos" y jugamos más para nosotros que para el equipo, queriendo resolver rápido de forma individual... muchos heroes iban apareciendo pero sin capa con superpoderes... error tras error y el equipo jugando sin rumbo, sin cabeza, sin un plan de juego, solo a impulsos... resultado 19-33 al descanso... En el tercer periodo parecía que el equipo reaccionaba, 24 puntos en ataque en un periodo, pero era un espejismo, era irreal, más fruto del talento que del juego grupal y eso se notaba detrás, donde a pesar de los 24 puntos nos dejamos meter 17 muchos de ellos pocos segundos después de haber anotado ¿por qué? Porque no había concentración, porque las pulsaciones estaban a mil pero mal encaminadas... Y cuando parecía que podíamos remontar el equipo se desfondo... cuando uno naufraga y quiere nadar a la orilla solo, sin ayuda, normalmente acaba desfalleciendo por cansancio, agotamiento, calambres... es el grupo el que te mantiene a flote en las adversidades y de eso carecimos en este partido... No hay excusa, mal partido de los nuestros. Somos mejores de lo que se vio en el campo, pero hay que demostrarlo en la pista de juego.
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