Segundo y tercer clasificado en un partido decisivo por la segunda plaza. Necesitábamos ganar y a ser posible hacerlo por más de 4 puntos para además de sacarles 1 victoria lograr también el basquet-average. El equipo salió sobreexcitado, con las pulsaciones demasiado altas, con unas ansias desmedidas y eso se reflejo en el juego. Un juego acelerado, precipitado, donde el corazón y las entrañas se impusieron a la cabeza y eso hizo que el rival llevará la iniciativa en juego y marcador. No éramos capaces de realizar buenas jugadas, no elaboramos nada, todo era a base de impulsos, de acciones individuales, de testiculina... mal camino cogimos en el peor día. Jugamos desde el principio de partido como si cada jugada fuera la última del encuentro, quedarán 10 segundos y perdiéramos de un punto y cuando uno juega siempre al límite caes en el precipicio. El primer periodo acabo 14-19 y en el segundo periodo no fuimos capaces de corregir esa dinámica y llegamos al descanso con 9 puntos de desventaja tras el 20-24 del segundo periodo (34-43). Había que calmar el juego, jugar con cabeza, pausar y encontrar jugada a jugada las ventajas que pudiéramos tener y generar... no fue así, el equipo hizo aguas, intentamos cambiar el tablero colocando una zona 1-3-1, un pelín tarde para mí gusto, pero viendo el resultado de esa apuesta mejor no haberla puesto... increíble que hubiera jugadores que no sabían dónde debían estar colocados y como de mal basculamos dependiendo de dónde se encontraba el balón y los rivales... así ni 1-3-1 ni nada de nada. El rival vuelve a ganar el periodo (12-21) y la diferencia es ya muy grande (46-64). En el último periodo la diferencia en el marcador llega a los 22 puntos de distancia, el equipo se va quedando sin efectivos (expulsiones de Alex Tomás y Nico)... y cuando todos parecía perdido el equipo comienza a tener acierto y con 3 triples de Jaume nos vamos acercando en el marcador obligando al rival a pedir 2 tiempos muertos entre el minuto 4 y 7 de periodo... empezamos a creer y creemos tanto que nos llegamos a poner 1 punto arriba, inimaginable unos minutos antes, pero esto es la grandeza de este deporte, que nada está decidido hasta el final... un final en el que fallamos acciones que no se debieron fallar pero que la precipitación nos condenó al abismo... unos minutos finales que gestionaron mejor los rivales y consiguieron llevarse el encuentro de forma merecida.
Concedimos 52 tiros libres al rival, de los que metieron 30... Sus últimos 10 puntos fueron desde el tiro libre.
Tuvimos 43 tiros libres y metimos 20... Ahí estuvo el partido. Tuvimos opciones a pesar de lo mal que jugamos.