Duro revés para los intereses del equipo. Derrota inesperada en casa que nos debe servir de lección, ya que no hemos sabido tomar nota en los últimos partidos de las señales que indicaban que el equipo no estaba jugando con la determinación necesaria como en partidos donde engancharon al espectador por su juego. Llevábamos varias semanas en el alambre, haciendo piruetas en las que al final el equipo salía vencedor y la victoria parecía taparlo todo. No supimos ver que la derrota nos acechaba, jugamos a la ruleta y salíamos vencedores una y otra vez, eso nos hizo creer inmunes... incluso la semana pasada en campo del colista contra 6 jugadores estuvimos a punto de perder cuando teníamos el partido controlado, pero no lo finiquitamos y estuvimos a punto de cagarla, al final se logró una victoria in extremis y la alegría del triunfo tapo las vergüenzas del equipo. Fue una victoria de la que debimos aprender y no lo hicimos.
Llegamos a este partido y desde el principio se nos notaba superiores, daba la sensación que en cualquier momento poníamos la directa y nos iríamos en el marcador, pero no lo hicimos, jugamos a relanti, no hubo fluidez en el juego y en defensa permitimos mucha libertad y dimos mucho espacio al 7 rival que poco a poco iba haciendo mella sin que el defensor le tocará los cataplines (flotar a este jugador era pecado mortal, y el miedo a ser desbordado fue la grieta por la que el barco empezó a hundirse)... A pesar de eso íbamos delante en el marcador y controlando la distancia, escasa por otra banda... Teníamos ventajas en ciertas posiciones y no las buscamos... Llegando al final del partido el rival aumenta su defensa, juega con más verticalidad en ataque y comienzan a anotar con facilidad, nos entran las prisas y el rival ya está donde quería, delante en el marcador y en trayectoria ascendente... no habíamos matado el partido y ahora nos entraban las prisas, no hubo manera de darle la vuelta a la tortilla, esta vez la ruleta no nos sonrió...
El rival gestionó mejor las jugadas de los últimos minutos, de forma inteligente y sacando siempre algo positivo, canasta, falta, consumo de segundos... Nosotros jugamos con más corazón que cabeza, se intento pero sin el acierto de otras ocasiones... No fuimos lo suficientemente inteligentes para aprender de nuestros errores en las victorias, esperemos no ser tan tontos para no aprender las lecciones que siempre nos dan las derrotas. De todas formas seguimos dependiendo de nosotros mismos para quedar en esa segunda posición que nos daría derecho a competir por el ascenso, en nuestras manos está el lograrlo o no. Solo con la suma de todos los esfuerzos en la misma dirección se logrará.
PD: Es muy fácil querer estar en los momentos buenos, es en los malos donde un campeón demuestra su talla como jugador de equipo. Hay que saber estar, e igual que se sabe ganar hay que saber perder. Es muy loable seguir luchando cuando hay esperanza de victoria, pero lo es más cuando se sigue luchando aún sabiendo que la victoria es un imposible pero quieres dejarte el alma en la pista hasta el último segundo, porque una cosa es el sabor amargo que produce un resultado adverso y otra es la sensación de no haberlo dado todo y haberse abandonado al dictamen del destino.
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