jueves, 20 de diciembre de 2012

Tim Duncan: La estrella silenciosa


Tim Duncan es una leyenda viva del baloncesto. Un jugador que ha realizado historia y que lo sigue haciendo.
Hoy recuerdo el año que llego a la NBA, el último de Michael Jordan en los Chicago Bulls.
Llegaba a la franquicia de los San Antonio Spurs para formar una pareja de interiores con David Robinson que podría ser espectacular.
En ese 1º año se convirtió en el líder del equipo. Era la nueva sensación de la liga... su repertorio de movimientos y su capacidad de leer el juego eran asombrosas (se notaba su paso por la universidad, muchos llegan a la NBA sin entender el juego, pero Tim Duncan era un maestro siendo un novato en la NBA).
Ganó el premio de rokie de la temporada por encima de la gran esperanza blanca Keith Van Horm del que decían que podría ser el nuevo Larry Bird (una herejía más de las muchas que se hacen año tras año en la NBA).
La 2ª temporada tuvo que esperar, el lockout hizo que se suspendiera parte de la temporada.
Ya sin Jordan en la NBA, el mundo buscaba sucesor. Tim Duncan no falló y llevó a su equipo hasta las finales donde lideró al equipo para lograr el ansiado anillo, el 1º de la franquicia en toda su historia, ante los New York, el MVP tenía su nombre.
Desde su llegada a la NBA estuvo siempre en primera línea. Llego siendo una auténtica estrella, pero dentro de la cancha. Una vez fuera de ella no era “atractivo” a las cámaras, no era la imagen que buscaban los medios de comunicación para vender sus productos.
Desde entonces hasta la fecha de hoy ha ganado 4 anillos de campeón. Ha sido MVP de la liga regular en 2 ocasiones y MVP de las finales de la NBA 3 veces (solo Magic  y Shaq tienen las mismas nominaciones,.. Jordan esta por encima con 6). Los Spurs es el mejor equipo de este siglo XXI (no en anillos, superado por los Lakers, pero si en número de victorias-derrotas en todo este tiempo) y en un candidato eterno al anillo. 
Lo que más sorprende de Duncan no es su juego (poco vistoso para el público pero tremendamente eficaz y fundamental para el equipo), no es su carácter (siempre tranquilo y pacifico), no son sus gestos (parece una figura de cera, siempre inmutable y casi inexpresivo, quizás esta sea la razón que le aleje de los focos de atención de la prensa, público y medios de comunicación)... lo más sorprendente es su liderazgo y la forma en la que lo lleva a cabo. No acapara el balón, lo ofrece, lo da... no espolea a sus compañeros con palabras y arengas, lo hace con trabajo, con ejemplo, tirándose a por un rebote, luchando la posición, dando el máximo al equipo a pesar de que su juego no sea vistoso y muchas veces todo lo que hace no sale en los fríos números de la hoja de estadística porque Duncan no juega para agrandar los números y su ego personal, Duncan juega para ganar partidos y sabe que para ello hace falta mucho más que meter unas canastas o coger unos rebotes. Es un jugador de doble-doble pero es mucho más que eso, es la pieza clave del engranaje de un equipo que funciona como un reloj suizo. Su liderazgo consiste en ofrecer al equipo aquello que le hace falta en cada momento. No es el jugador más espectacular, pues no le hace falta. No es el jugador que más lanza, pero siempre tiene buenos porcentajes y acaba en dobles dígitos. No es el jugador que más salta, pero siempre tiene un buen número de rebotes en su haber. Su capacidad de pase es asombrosa, solo Pau Gasol se le equipara en esta faceta entre los jugadores interiores. Es el líder invisible del equipo, es el que siempre está para lo que haga falta. 
Es un ejemplo a seguir por todos los jóvenes de nuestra sociedad, pero por desgracia estos prefieren ser como Lebron, Carmelo, Iverson, Kobe, Rondon, Garnett, Wade,.. jugadores que destacan por su tremendo ego, por su palabrería, tatuajes, peinados, chuleria, gestos a la grada, por encararse a los rivales, por su físico... nunca veremos a Tim Duncan encararse a un rival después de haberle metido una canasta en los morros, ni le veremos hacer aspavientos después de hacer un tapón... es el jugador tranquilo y eso no gusta o mejor dicho eso no vende el producto NBA. Y es que lo del "chico malo", el rebelde, vende mucho más que la de un tipo normal.
Posiblemente estemos ante el mejor Ala-Pivot que ha dado el baloncesto americano pero también estamos ante uno de los jugadores más infravalorados de la historia simplemente porque "no vende". 

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