El referente: Todas las generaciones tienen un referente, en nuestro caso es Vicent García Llorenç,.. un jugador superior al resto,.. ya lo he descrito en uno de mis artículos,.. creo que todos los de aquella generación coincidirán conmigo al decir que era el mejor de todos nosotros con una diferencia abismal sobre el segundo,.. lo hacía todo tan fácil,.. un fenómeno.
Una muñeca prodigiosa: En mi generación había un jugador con una muñeca prodigiosa, tirará de donde tirará y en la posición que lo hiciera el balón acababa entrando por dentro del aro,.. ese era Sergi Vidal,.. no era muy alto pero podía jugar en el poste bajo, fintar, girarse y clavarla,.. no era muy rápido, pero podía jugar de alero y con un simple movimiento clavarte un tiro lejano,.. si había que jugarse un tiro en los últimos segundos de posesión yo le hubiera dado el balón a él en cada jugada,.. jugó hasta el último año junior,.. Hoy día aun le ves cada verano yendo a tirar a canasta al polideportivo,..
Un rayo: Si, teníamos un rayo en nuestra generación,.. un jugador con una velocidad endiablada, diestro (la zurda era nula), pelirrojo él, sus penetraciones eran imparables cuando cogía velocidad, también lanzaba bien de 3 puntos, un gran defensa sobre todo por intensidad,.. era Rafa Santandreu,.. llegó a Oliva en 8º de EGB, al principio lo vimos como un bicho raro, poco a poco se gano nuestra confianza y en pocos meses era uno de los mejores,.. jugó hasta el último año junior,.. se fue a Valencia y desapareció,.. espero que le vaya muy bien.
Juan Manuel Escribano: jugamos juntos 7 temporadas, con el que más he jugado de mi genración,.. lo hicimos desde 6º de EGB hasta el último año junior,.. empezó jugando de ala-pivot y acabo jugando de alero,.. se fue haciendo un tirador de tres puntos,.. tenía dificultades en la defensa por su desplazamiento lateral pero lo suplía con ganas y actitud,.. en ataque era un recurso valido para el equipo cuando la defensa se cerraba,.. este año había vuelto a entrenar y recordar viejos tiempos,..
Salvador Morera: se lo dejó en su 1º año de cadete, no acabo de asimilar que lo pasarán a hacer jugar de pívot cuando toda su vida lo había hecho de base,.. era un jugador muy listo, que veía el básquet muy fácil y que tenía muy buena visión de juego,.. además del problema del cambio de posición estaba sus problemas de muñecas, con los que había convivido desde hacia mucho tiempo haciendo caso omiso a las sugerencias médicas que le recomendaban que dejará de jugar,.. al final lo hizo, pero no por cuestiones médicas, sino porque no se encontró a gusto,.. creo que perdimos a un gran jugador,..
La muralla china: al principio de entrenar entre los compañeros más veteranos nos reíamos de él por su torpeza y lo catalogábamos como el “gigante verde” del equipo (superaba los 2 metros de altura),.. y nos preguntábamos cuanto duraría en el equipo,.. ¿un mes? ¿dos? Nos sorprendió a todos, poco a poco fue mejorando en coordinación y se quedó con nosotros 3 años antes de fichar por el Denia,.. él es Salvador Barreres,.. la mayor fuerza natural que he visto en un campo de baloncesto,.. eran muchas las veces en que en un entrene pitabas falta y te daba el balón para que sacarás,.. y le decíamos “No, que la falta te la he hecho yo a ti”,.. él se reía y soltaba “Ah si? No me he enterado”.. y sacaba de fondo,.. una muestra más de ello es que un día entrenando en Denia (me lo ha contado su entrenador de entonces) se doblo el pie y le dijo al entrenador que tenía alguna pequeña molestia que le impedía correr y saltar con normalidad,.. se había roto el ligamento cruzado y unos cuantos tendones más,.. y eso era ¿alguna pequeña molestia?.. Su punto flaco era el tiro a canasta,.. una cruz,.. era desesperante,.. una vez cogió en una misma jugada 5 o 6 rebotes ofensivos,.. todos tras lanzamiento suyo a canasta,.. al final desesperado ya le pego un trallazo al balón que reboto del tablero a la otra parte del campo,.. a pesar de ello era un jugador que condicionaba a la defensa rival,.. algo que se magnificaba en nuestra defensa donde los atacantes se veían un muro cada vez que entraban a canasta,..
Ventura Abellán, un jugador que tenía todas las condiciones físicas para jugar a este deporte pero lo que tiene la vida, se lo dejo en el verano que pasábamos de infantiles a cadetes,.. hasta entonces había destacado por su altura y su capacidad de coger rebotes, además era rápido y estaba coordinado y lo más importante, le gustaba el baloncesto,.. eso lo convertía en una pieza fundamental para nosotros, al menos en los años de infantil,.. ¿Por qué se dejo el baloncesto? Solo él lo sabe,.. yo creo que fue una mezcla de todo,.. yo creo que era un alma muy libre y que buscaba nuevos retos y nuevas aficiones,.. luego intento volver varias veces en la edad de junior, pero el equipo ya estaba completo,..
Miguel Cámara, fue el 1º en llegar al cadete (Vicent García esos años estaba en Gandia), lo hizo siendo infantil, el Club lo ficho de la escuela (entonces había una división,.. hasta infantiles se pertenecía a la escuela a cargo del ayuntamiento y a partir de cadetes formabas parte del club) lo más destacado que tenía era su altura y envergadura,.. además estaba bien coordinado de pies,.. podría haber sido una pieza fundamental,.. pero se lo dejo el año que el resto subimos,.. nunca supe la razón.
Raúl Server (“pitillo”), fue una incorporación que hicimos en el 2º año de junior,.. se gano el puesto después de pasarse toda la temporada anterior (1º año) viniendo a entrenar con el equipo (ya teníamos las 12 fichas ocupadas y no había hueco para él) sin fallar nunca,.. el tío era un “enano” saltarín,.. no era nada del otro mundo, pero a pesar de no jugar no fallaba a entrenar, se lo curraba y lo daba todo, sobre todo en defensa,..
Todos los jugadores tienen un compañero con el que se entienden con solo mirarse, con una mirada saben lo que va a hacer el otro o lo que espera que hagas,.. son almas gemelas,.. David Bolo era mi alma gemela, con una mirada sabíamos perfectamente lo que iba a hacer el otro, es más, incluso sin mirarnos conectábamos, cuando uno empezaba una acción de bote el otro ya sabía donde tenía que ponerse para recibir y en muchas ocasiones nos pasábamos el balón sin ni siquiera mirarnos, soltábamos el balón y sabíamos (sin mirar) que el otro lo iba a coger,.. ese grado de entendimiento lo conseguimos gracias a cantidad de horas jugadas juntos (el profesor de matemáticas cada vez que nos veía, que eran muchos días, nos decía que si le dedicáramos tantas horas a estudiar seríamos catedráticos),.. todas las tardes nos íbamos a jugar, 1x1, 2x0 (nos imaginábamos que teníamos un rival enfrente y jugábamos contra “fantasmas” contra “hombres invisibles”),.. ha sido con el jugador que más me he entendido, lástima que se lo dejará en el 2º año cadete,..
Hubieron más jugadores,.. Juansa Benimeli, Paco Morell, Berni, Miguel Pons,.. creo que fuimos la última generación inocente,.. la última generación de la antigua escuela,.. luego todo cambio,.. unas cosas para bien,.. otras para mal,..
¿Yo? No hace falta que me describa,.. era igual que como entrenador,.. ¡¡SI!! Un gran cabrón,.. entre otros calificativos,.. uno no cambia por cambiar de rol,..