El equipo acudía al partido con algunas bajas sensibles, pero disponíamos de 10 guerreros que no querían dar tregua a los rivales. El partido comienza con dudas, nerviosismo y con muchos errores, demasiados, en ataque y defensa, perdiendo el primer periodo por 7-8.
Pero a partir del segundo periodo se desencadena la tormenta, el equipo sube su nivel defensivo y en ataque comenzamos a jugar más agresivos, con más confianza y con mucho más acierto desde los dos triples seguidos de Javi Sánchez... a partir de ahí todo el equipo vuela, se multiplican y consiguen doblegar la resistencia del rival con un 29-6 de parcial en este periodo.
La segunda parte seguimos sin bajar el nivel, estamos en velocidad de crucero y ya no nos detenemos hasta el silbato final, ni siquiera cuando cerramos el marcador... demostración del hambre que tiene el equipo.
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