Partido en el que debíamos salir sin exceso de confianza. En su campo les ganamos con suficiencia y eso era un peligro si pensábamos que estaba ganado antes de jugarlo. El equipo sale con mordiente, fuerte e intenso en defensa, recuperando balones y saliendo en rápidas transiciones con Sergi Soria y Nicolau a los mandos bien acompaados por los dos Jaume y por Alex García... el equipo logra una renta inicial de 8 puntos que obliga al rival a pedir tiempo muerto. El equpo va rotando jugadores y todos van sumando haciendo imposible al rival disminuir la diferencia. No estamos haciendo un juego brillantes pero si seguro, eficaz por momentos y controlando el tempo de juego. El rival tiene que cambiar su defensa y se pone en zona, una zona que atacamos muy bien por momentos a pesar de la falta de acierto en la definición. Alex Tomas y Jaume Moñinos leen muy bien el juego y son capaces de descargar el juego de lado a lado de la defensa lo que ayuda a encontrar tiros cómodos sin oposición, con un poco más de acierto hubieramos creado una gran diferencia en esos minutos pero no es así y el rival nos pone en aprietos tras varias canastas. Es un momento en el que pecamos de ansiedad, de querer resolver pronto ante el peligro de ver al rival acercarse confundiendonos en ese momento. El desacierto en las buenas jugadas no debería habernos hecho precipitarnos, es eso y no el juego rival el que nos está condenando aunque somos capaces de revertir la situación y llegar al descanso con una buena renta de 13 puntos (40-27). En el tercer periodo parece que el rival reacciona, se logra poner a penos de 10 puntos pero con el paso de los minutos el equipo sin perder la calma logra reestablecer la ventaja y aumentarla gracias a un parcial de 19-15, llegando al último periodo con un 59-42, una renta casi definitiva. No es un buen último periodo, donde bajamos el nivel de acierto en nuestros ataques y donde tenemos problemas en defensa que no son aprovechados por los rivales que fallan más de lo habitual y nos permite jugar con la tranquilidad de que el partido está en nuestras manos. Al final victoria relativamente cómoda y un regusto demasiado amargo por el final del partido. Un final de partido que no merecía nadie de los que fueron a ver un partido de baloncesto.
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