Tras dos semanas de descanso el equipo volvió a jugar, lo hacía en casa y lo hacía contra un rival que llegaba en buena racha y que siempre nos pone en muchos problemas. Pero nuestros chicos tenían ganas, se les notaba con hambre de jugar, es lo que pasa cuando hay tanta juventud en un equipo, la falta de experiencia la suplen con ese derroche de energía que los define.
Comenzamos con un muy buen ritmo de juego, llevando la iniciativa del juego aunque con desacierto en las finalizaciones. El equipo se encontraba cómodo en el campo, sabia lo que hacía y lo que buscaba, con el paso de los minutos y la primera rotación de cambios subimos aún más el nivel de intensidad, de presión sobre el balón, de cubrir las lineas de pase, el equipo da un par de pasos más al frente y el rival se ve superado por ese incremento de intensidad, comenzamos a recuperar balones o forzar perdidas del rival y a partir de ahí corremos, corremos mucho y cuando corremos así es difícil que nos paren. El juego del equipo es fluido, con algunos errores tácticos como no acabar de rodar el balón, pero se suple con la movilidad de los jugadores y la circulación del balón… y cuando nos atascamos estamos muy acertados desde la línea exterior… llegamos a tener 18 puntos de ventaja y con opciones de llegar a los 20 en varias ocasiones antes de llegar al descanso, finalmente llegamos con 14 puntos, una buena renta pero que no podía hacernos dormirnos. En el tercer periodo no empezamos muy bien, muchos agujeros en defensa que permiten al rival acercarse, aunque desaprovechan las opciones que tienen para haber apretado más el marcador y bajar de los 10 puntos de diferencia. El equipo se recompone y empiezan unos minutos donde desbordamos al rival desde todas las posiciones: contraataques, 1x1, tiros, triples… y en defensa volvemos a crecernos… el equipo sigue hasta el final del encuentro a un ritmo de crucero, sin parar, sin acomodarse, sin confiarse, obteniendo una renta de 32 puntos de diferencia que nadie antes del partido hubiera podido imaginar, pero demostrando que el equipo está enchufado, que quieren más y más, que no se conforman con ganar, que quieren desfondarse hasta el último segundo de juego. Con esa actitud se puede ganar o perder pero siempre se competirá hasta el último segundo de todos los partidos. Y eso es lo que buscamos.
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