Primer partido de un equipo en reconstrucción. Primera vez juntas en un encuentro. Con viejas caras conocidas que vuelven a la que fue su casa tras algunos años sin jugar. Con jugadoras que suben desde el junior. En total ayer eramos 12 jugadorad de las cuales 9 eran nuevas en el equipo senior respecto al año pasado (2 refuerzos con licencia junior por la baja de 2 jugadoras seniors que no pudieron jugar en esta primera jornada)
Lo menos importante era el resultado, se ganó como se pudo haber perdido, no me importaba porque lo que ahora nos debe importar es crear un equipo con una base sólida. Crear unión entre todas ellas sabiendo que el camino va a ser muy largo o eso es lo que esperamos, no ser flor de un día, de un mes, de un año. Queremos ser un grupo que perdure en el tiempo y para eso no debemos fijarnos en resultados momentáneos. Un resultado positivo no sirve de mucho si no hay dinámica colectiva, si no se estrechan vínculos de unión entre las partes. A partir de ahí ya vendrán los resultados a largo plazo. Pero tampoco vamos a renunciar a nada en el día a día y todo lo que se pueda ganar lo lucharemos hasta el final, siendo siempre conscientes de que no es el objetivo prioritario en esta primera fase de construcción. Un buen edificio que perdure en el tiempo necesita mucho trabajo que luego no se ve.
El partido comenzó con mucho nerviosismo propio del primer encuentro de todas. Tenían ganas de jugar después de una Pretemporada sin amistosos, no quería que pensarán en partidos solo en entrenar y entrenar. Eso nos pasó factura al inicio del encuentro, pero poco a poco nos fuimos asentando, teniendo algún minutos de muy alto rendimiento. Trabajamos bien la presión, con desajustes en ocasiones pero con mucha intensidad. Tenemos muchas jugadoras rápidas e intensas y eso nos da un plus. Fue un trabajo colectivo enorme de desgaste y sacrificio gracias a una rotación amplia donde ninguna jugadora llego a jugar 7 minutos seguidos por muy bien que lo estuviera haciendo. Objetivo: estar siempre al 100% y cambiar antes de que el rendimiento bajase. Al final se consiguió una victoria muy trabajada y sufrida, donde tuvimos momentos de bajón pero que supimos reconducirnos. También nos vimos afectadas por la permisividad arbitral, imagino que también les paso a las rivales. Se permitió mucho manoseo, muchos golpes, empujones, estirón, agarrones... parece ser que eso es una batalla perdida con el criterio arbitral que desde la federación quieren implantar y que tanto daño hace al baloncesto.
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