Hay que diferenciar las dos partes, una primera donde hay un continuo intercambio de golpes, donde nadie domina, donde los ataques se imponen a las defensas a pesar de los desaciertos de ambos equipos cara a canasta, muchos errores, muchos fallos no forzados y un partido descontrolado... Llegamos al descanso con un 36-38 y con la sensación de que podíamos ganar si apretabamos en defensa. En la segunda parte la actitud defensiva del equipo cambia, es más intensa, más agresiva, más combativa, hay más ayudas, más cooperación entre todos, aseguran su canasta y a partir de ahí el rival encuentra menos espacios, comete más errores y a partir de ahí en adelante se consigue llevar la iniciativa en el juego y en el marcador, incluso a pesar de fallar todo lo que se falla.
Al final se consigue la primera victoria de la temporada y seguro que vendrán muchas más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario