Nos tocaba madrugar para ir a jugar a Calpe, salimos a las 7:30h de Oliva... Algún jugador aún no había visto las calles de Oliva desiertas por la mañana antes de salir el sol.
Llegamos a Calpe con tiempo suficiente, calentamos, jugamos en una pista lateral, cuyas dimensiones son pequeñas y eso nos perjudica por nuestro estilo de juego, pero son condiciones iguales para ambos equipos así que no había excusa, había que salir y jugar al máximo nivel... tenemos un buen inicio pero con el paso de los minutos vemos que no acabamos de trenzar buenas jugadas, perdemos pases, no salimos rápido con pases, mucho bote, poco movimiento y colapsando la zona haciendo el campo más pequeño ya de por si estrecho. El rival lleva la iniciativa en todo momento, tenemos momentos en los que parecemos reaccionar, llegamos a salvar una desventaja de 13 puntos hasta empatar el encuentro, pero en esos momentos, cuando podemos dar la vuelta al marcador, que llevamos una dinámica positiva, el motor gripa, nos atacamos, no llegamos a defender bien, nos falta intensidad, fiereza, fuerza y el rival acaba pasandonos por encima llevándose la victoria de forma justa. Este partido debe servirnos para aprender mucho, para entender que los obstáculos y las dificultades se superan jugando en equipo, siendo más generosos, confiando en nuestros compañeros, ayudándonos constantemente unos a otros, luchando cada balón como si fuera el último, dando importancia a cada jugada, a cada defensa, a cada ataque, a cada pase, a cada tiro... Ser intensos cada segundo de partido, sin excepción.
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