Hablar con Zeljko Obradovic es una experiencia que le recomiendo a todo el mundo, porque cada una de sus palabras transmiten sabiduría y evocan tranquilidad. La misma calma que debe aportar la sensación de que no quede nada por hacer en el terreno deportivo. Lo ha ganado absolutamente todo y puede presumir de ser el único que se ha proclamado campeón en ocho ocasiones de la Copa de Europa con cuatro equipos diferentes. Después de dirigir al Panathinaikos griego durante trece temporadas y elevar al club a los altares del baloncesto continental, llega el momento del descanso. Zeljko ha decidido tomarse un año sabático, una breve pausa para disfrutar de lo que durante 21 años en los banquillos no ha podido vivir en primera persona: su familia, sus amigos y sus ciudades. Tres lugares ocupan el corazón del rey de los banquillos: Barcelona, Atenas y Belgrado, entre estas tres localidades transcurre una nueva vida alejada de las pistas y mucho más cerca de la reflexión y del descanso. Hoy, en esa nueva vida hay un pequeño hueco para dedicárselo a todos los lectores de El Juego de Naismith.
¿Cómo es la vida de Zeljko Obradovic hoy en día?
Muy buena, se puede decir que estoy contento de verdad y dedicando tiempo a muchas cosas que antes eran imposibles. Trabajando tanto y ahora, como no tengo trabajo, estoy disfrutando sobre todo de mi familia, de mi hijo pequeño, de mi hija y de amigos que antes no tenía oportunidad de ver durante mucho tiempo. Estoy viviendo entre Barcelona (Badalona) y Belgrado, viajando y disfrutando de la vida
¿Por qué en Badalona?
Porque tengo casa aquí desde hace casi quince años. Cada verano lo pasamos aquí con amigos y al final decidimos esto porque es bueno para mi hijo, para que aprenda otro idioma. El ya habla inglés. El cambio de colegio de Serbia a aquí, las nuevas amistades también… creo que es algo muy bueno, sobre todo para él.
¿Vamos a hablar dentro de poco de otro Obradovic, pero esta vez vestido de corto? (el hijo de Zeljko juega en las categorías inferiores del Joventut)
A él le gusta mucho el baloncesto, está entrenando en la Penya y también estuvo jugando en un equipo en Belgrado. No hablo mucho con él de este tema, es su decisión, mientras le guste que continúe. No quiero ponerle ningún tipo de presión. Hay amigos míos que hablan más con él de baloncesto que yo. Si me pregunta algo, le contesto. Es un crío al que le encanta el basket y, por ejemplo, lo sabe todo de la NBA, muchísimo más que yo. Conoce todos los equipos, todos los jugadores… de momento le encanta, es la edad, pronto cumplirá catorce años.
Si lo necesitara, tiene al mejor asesor… no hay mucha gente que tenga al entrenador más laureado de Europa en casa…
… (Zeljko sonríe)… Sí, es cierto, pero no hablamos tanto, de vez en cuando sí le hago alguna broma sobre esto. Lo que sí hacemos es jugar mucho al pingpong, cada día me cuesta más ganarle porque cada vez lo hace mejor… en general, le encanta el deporte, es normal.
¿Cómo ve el baloncesto ahora desde fuera? Será algo especial después de tantos años en los banquillos…
Te voy a decir una cosa, he estado en octubre viendo entrenar a los Detroit Pistons en su pretemporada y ha sido algo, de verdad, muy bonito para mí. Luego vi el primer partido oficial que jugaron en casa contra Houston y después me invitaron al partido que jugaron en Londres. Después de esto, la Copa del Rey de Vitoria ha sido la siguiente ocasión en la que he visto baloncesto en vivo. Por televisión, no he visto más de media hora, no veo mucho, estoy desconectando del baloncesto totalmente, veo partidos de Euroliga de vez en cuando pero nunca un partido entero. Lo sigo, veo algún partido de la liga ACB, pero nunca lo veo entero.
¿Cómo ves el nivel de la ACB?
Como siempre, es la mejor competición de Europa después de la Euroliga, seguro. Hay una diferencia, que este año hay dos equipos, aunque el Barça no esté en buena posición en liga pero tiene calidad. Luego el Madrid está dominando la competición. Por mi experiencia, en cualquier cancha a la que vas en la ACB puedes perder, y esto es bonito, que haya una competición así. Pese a esto, sí que creo que hay mucha diferencia entre Real Madrid y Barcelona respecto a los demás.
En la Euroliga sucede algo parecido, también hay sólo unos pocos que pueden realmente tener opciones de levantar el trofeo…
Todo el año he visto como grandes favoritos de llegar a la Final Four a los dos (Real Madrid y Barcelona), también al CSKA. Luego hay siempre sorpresas, pero hay otros equipos que están cerca de este nivel como Efes, Zalgiris o Caja Laboral, que también lo estaban haciendo bien… Siempre puede haber lugar para una sorpresa.
Usted que ha ganado unas cuantas… ¿Qué pesa más para ganar la Euroliga, el presupuesto o la dinámica del equipo? ¿Puede ganar la Euroliga un equipo que no invierta tanto dinero en la plantilla?
Esos equipos también pueden llegar al nivel de los grandes. Claro que el presupuesto es un punto importante, pero si ves en las fases finales de los últimos años, siempre han llegado algunos equipos que no tenían presupuestos de altísimo nivel. El dinero siempre ayuda porque cuanto mejor plantilla tienes más fácil es, pero no es lo único. Es lo bonito del baloncesto, que si trabajas y haces equipo puedes conseguir que los jugadores se crean que pueden hacer algo realmente importante. Yo lo he hecho así siempre, he ganado con equipos que eran favoritos, pero también he ganado con equipos que no lo eran, es lo que hace especial al baloncesto.
Lo decía porque parece que últimamente en algunos países, como Turquía, se construyen equipos a base de talonario y después se demuestra que no es ninguna garantía…
Sí, es cierto que no es una garantía, pero a ver qué pasa hasta el final. Se invierte mucho dinero también fuera de Turquía, por ejemplo en Rusia. No sólo el CSKA, sino también otros equipos. Mira, Khimki está jugando muy bien y están apoyándose en jugadores que tienen mucha experiencia y transmiten tranquilidad, se nota que en la cancha están tranquilos, y esto es realmente importante.
¿Este año sabático le va a ayudar a dar el salto a la NBA? ¿Se le ha quedado pequeño el continente europeo?
Cuando tomé esta decisión fue, sobre todo, porque después de trabajar durante trece años en un equipo era muy difícil para mí pensar en cambiar de repente, y esa opción la tenía en mi cabeza, la posibilidad de descansar un año. Me parecía que era un momento excelente para hacerlo. Hace tiempo ya que empezaron a llamarme muchos equipos de Europa porque querían cambiar de entrenador y no lo entiendo, hay muy poca paciencia en los equipos. Si empiezas tu liga, juegas durante dos meses y ya quieres cambiar al entrenador… esto dice mucho más de la decisión del directivo que de la del propio entrenador. He dicho a todo el mundo que no quiero trabajar en esta temporada, me quedo sin trabajo seguro hasta final de temporada. Si aparece alguna oferta la analizaré, hablaré con mi familia, pero al final yo tomo la decisión en todos los aspectos porque de todo, lo más importante es ir a un equipo en el que vas a disfrutar, en el que te vas a sentir feliz y esto es para mí lo más importante ahora. Después de haber visto cómo funciona la pretemporada en EEUU, de ver cómo funciona la NBA, puedo decir que, no sólo yo, sino que hay muchos entrenadores europeos que pueden trabajar allí. No tengo ni idea de si alguien me llamará o no, lo que sí tengo claro es que nunca me lo había planteado hasta ahora porque me gustaba mucho vivir en Europa, ahora empiezo a tener dudas sobre esto y si algún equipo NBA importante me llama… no quiero ir a un equipo que no pueda luchar por estar en playoff, pero si hay un equipo con opciones de playoff lo pensaré y a lo mejor me voy. Aún no he tenido ningún tipo de contacto y no he hablado con nadie.
Si volviera a entrenar en Europa, imagino que para usted pesarán ya mucho más otros aspectos al margen de los puramente deportivos
Así es, porque no hay ninguna duda de que me encanta mi ciudad, Belgrado, y he estado viviendo casi veinte años fuera de Serbia, por eso ahora aprovecho mucho para ir allí, siempre estoy entre Barcelona y Belgrado. Sin ninguna duda, una ciudad que me ha encantado ha sido Atenas, tras trece años allí tenía mi vida; como aquí en España, ya hace quince años que tengo esta casa, he vivido aquí cuatro años, son países que me encantan, al igual que Italia, cuando estuve en una ciudad pequeña como Treviso… siempre sueles vivir bien cuando tienes tu gente, es mucho más fácil. Soy una persona muy abierta y creo que allá donde vayas tienes que acoplarte a las circunstancias de donde estás para estar lo mejor posible.
De todas las Copas de Europa que ha ganado, ¿se queda con alguna en concreto por algún motivo?
Me quedo con todas (risas), porque vives esto y luchas con tu equipo y con tus colaboradores, sobre todo con los jugadores. Cuando pienso en cómo empezó todo, fue increíble la primera Copa de Europa con el Partizán, mi primer año en el banquillo, con el equipo más joven de todos los tiempos que gana una Copa de Europa, parecía un sueño… ahora sigo viendo a gente de Fuenlabrada de toda la vida como José Quintana, que era alcalde y ahora es el presidente, un gran amigo mío… igual que él, todo el cariño que nos ha dado la gente de Fuenlabrada. Jugando fuera de casa y ganas la Euroliga… es especial. Pero podría hablarte de todas… porque después llegas a Badalona con el Joventut, un equipo histórico y en el primer año la ganas… después voy a Madrid, que tenía muchísimas pero hacía mucho tiempo que no se ganaba… luego voy a Panathinaikos y en trece años la ganamos cinco veces… así que cada una es muy importante para mí.
Aquel año en Fuenlabrada, supongo que lo tendrás guardado en tu memoria en un lugar muy especial, ganar una Copa de Europa jugando en el exilio tiene que hacerla más especial si cabe…
Sí, así es. Al final lo que queda es que has ganado la Copa de Europa. Pero con algo añadido que es impresionante, que una ciudad estaba volcada con tu equipo, aunque sea de fuera. Se ha hablado mucho de nuestros partidos jugando contra Estudiantes y Joventut, que la gente estaba allí. Recuerdo que surgió una polémica, la gente de fuera se preguntaba cómo podía ser que ellos estuvieran animando a un equipo de Serbia… pero la afición decía que no, que ellos animaban al Partizan de Fuenlabrada… yo me quedo con esto, porque es algo que no ha ocurrido nunca en el mundo del deporte, no sólo en el baloncesto, en cualquier deporte. Cuando aún seguimos hablando de esto, todos los miembros de aquella plantilla, coincidimos en que fue algo realmente especial para nosotros. Hace poco tiempo se hizo algo muy bonito, porque el Partizan jugó el año pasado un partido amistoso allí, yo no pude estar, pero me encantó que sucediera, es algo de verdad especial para mi.
¿Ha vuelto por Fuenlabrada desde entonces?
No, hablé con José Quintana hace poco, y como ahora estoy viviendo en Barcelona, dentro de poco iré por allí aprovechando algún viaje que haga a Madrid para estar unos días con ellos.
Hablando un poco del Madrid… ha pasado ya mucho tiempo desde que se ganó la última Copa de Europa con usted, ¿qué tiene que pasar para que vuelva a reinar en Europa?
Creo que ahora están en el buen camino, están jugando muy bien, tienen una plantilla excelente, Pablo está trabajando muy bien y tienen muchísimas posibilidades. Veía muy claro que el Real Madrid iba a la Final Four. Podían haber sucedido muchas cosas en la temporada, había un playoff de por medio, pero creo que ese playoff es algo que le viene bien a un equipo como el Madrid porque tiene calidad y es a cinco partidos, le beneficia porque es un equipo que tiene calidad. Están muy bien, haciendo cosas muy buenas, y veo que la afición está muy contenta con ellos. Tienen que seguir por el mismo camino que han creado hasta ahora. Veía claro que iban a jugar la Final Four.
Se ha demostrado que no sirve de mucho hacer una temporada brillante, porque después llega un Barça en cuartos de la Copa del Rey y te deja fuera…
No creo que sea así, además muchos jugadores del Real Madrid tienen la suficiente experiencia como para entender que ahí acaba una cosa y hay que seguir con otra. Ahora tienen una posición privilegiada en la liga ACB, van a quedar primeros seguro y también lo fueron en la Euroliga, así que no tiene nada que ver con lo que sucedió en la Copa. Además, fue un partido que se puede perder, la manera en la que se perdió duele, duele mucho… porque tenían tres puntos de ventaja a cuatro segundos para el final y pierdes el partido en la siguiente prórroga, pero así es el baloncesto. Les tiene que servir para aprender. Es como en la vida, no todo es bonito y fácil, tienes que sufrir para empezar a ganar luego. Es el caso de todos, no existe ningún entrenador ni ningún jugador que nunca haya perdido, yo lo veo así. No hay otra manera de hacer las cosas que seguir trabajando.
Hablando de actitud, han pasado muchos jugadores por sus manos… en este sentido, ¿ha cambiado el perfil del jugador respecto al de hace diez o quince años?
El baloncesto ha cambiado y es normal que esto suceda. Creo que lo que falta hoy en día en el baloncesto europeo son jugadores determinantes, quiero decir que hay pocos jugadores ahora que tengan hambre de meter 40 o 50 puntos. Antes eran asesinos. Quizás Navarro o Rudy podrían ser de ese perfil, pero no hay otros como lo pudieran ser en su día Petrovic o Arlauckas, que fue mi jugador. Recuerdo un partido que jugamos en Bolonia contra la Kinder y metió 63 puntos, ¡63 puntos, vamos! Ya no hay esto, cuando la gente dice que somos los entrenadores los que no dejamos que esto suceda… no es verdad, si yo tengo un tío que hace eso no le voy a limitar, todo lo contrario… en estos años tenía problemas para decirles a mis jugadores que fueran más agresivos en ataque. Les decía que esto es baloncesto y hay que meter. Si hoy un jugador no tiene tiro es muy difícil que pueda jugar a un nivel alto, hoy en día hay jugadores a los que se les nota que no tienen confianza en tirar y es una cuestión de tirar, tirar y tirar, esto ya no pasa como hace treinta años. Yo creo que en el baloncesto, lo más fácil de cambiar es esto, el tiro… la visión de juego, la lectura del juego, dar buenos pases, la defensa… todo esto cuesta mucho más.
¿Puede ser que a los jugadores de hoy en día les falte ambición en este sentido?
Claro, claro… nosotros, los entrenadores, estamos para ayudar a los jugadores pero todo depende de ellos. Nadie se ha hecho gran jugador trabajando sólo con el equipo, hay una parte que ellos tienen que trabajar solos. Yo tengo como ejemplo mis 21 años como entrenador, antes casi todos cuando tenían la mañana libre se iban directamente al pabellón, es como dices tú, la ambición del jugador, no les interesa nada más, sólo jugar al baloncesto… En la vida de un jugador hay otras cosas, tienen que disfrutar de la vida, yo siempre digo a los jugadores eso, que vivan la vida, pero cuando hay que trabajar vamos a trabajar.
Dice la leyenda que jugadores como Drazen Petrovic o Velimir Perasovic incluían en la negociación de sus contratos que les dieran una copia de llaves del pabellón para poder ir cuando quisieran a tirar…
Seguro, así era… muchos jugadores de aquella generación, muchísimos. Todo el mundo sabe que Drazen cuando era joven se levantaba a las seis de la mañana, antes de ir al colegio, tiraba y después del colegio lo hacía otra vez. Él cambió el baloncesto, su manera de jugar el uno contra uno, no hay jugadores como él. Si ves ahora tácticamente cómo se juega, hay muy pocos jugadores que jueguen uno contra uno. A lo mejor Navarro o Rudy, como decíamos antes, o el propio Diamantidis o Spanoulis… Bodiroga, por ejemplo, en su época, quizás sea el último referente claro. Yo ahora pienso mucho en ello, hay que conseguir que los jugadores crean que pueden resolver su situación de uno contra uno, porque el baloncesto empieza ahí, en el uno contra uno, no todo es táctica.
A nivel de selecciones, ¿qué supone para ti ver una final de los Juegos en la que un equipo europeo le disputa hasta el final el Oro a los Estados Unidos?
España está ahí, con la calidad que tiene, está ahí. Estados Unidos sabía que le venía un equipo como España, que también tiene mucho talento y ellos, lo que hicieron cuando prepararon el equipo para los Juegos Olímpicos fue diseñarlo concretamente conforme a esto.
Fue emocionante ver a los jugadores y los técnicos de EEUU durante la final, estaban realmente preocupados porque se les podía escapar el oro…
Ellos, está claro que en su staff tienen gente que son expertos en muchos temas, por ejemplo, Mike D’Antoni está allí porque conoce el baloncesto europeo, y tienen entrenadores especialistas en zona o en otras parcelas, no sé cuántos ayudantes tienen, muchísimos… Ellos se preparan y se toman muy en serio jugar los Juegos Olímpicos o los Campeonatos del Mundo. Todo el mundo decía que iban a Londres con un solo pívot, pero ahí está Lebron James, que puede jugar en cualquier posición, que para mí es el mejor jugador con mucha diferencia. Tienen a Kevin Durant, a Kobe Bryant, como base también a jugadores expertos que entienden el juego… pero creo que lo mejor que han hecho es proyectar las posiciones de dos, tres y cuatro… hombres altos y fuertes que pueden hacer de todo. También tienen a Carmelo Anthony, que es un asesino, y le utilizan para cambiar el partido cuando le dan entrada en pista. Estuve en Barcelona viendo al amistoso de antes de los Juegos, ¡Lebron James estaba defendiendo a Pau Gasol! Y luego ellos corren a campo abierto. Corren, corren y corren… Querían ganar empezando con una buena defensa y después buscando transiciones… y lo consiguieron.
¿Cómo ves a la selección española? ¿Cuánto crédito le queda como generación ganadora?
Hay una generación de jugadores que está dominando Europa y el mundo junto a Estados Unidos, esto es así. Todo depende de hasta cuándo ellos quieren jugar, seguro que será interesante el Campeonato de Europa de este año en Eslovenia. Si todos están en el equipo, son nuevamente el gran favorito para ganarlo otra vez.
Parece realmente difícil que vuelva a repetirse una generación como esta…
Es como sucedió en la antigua Yugoslavia, es difícil que vuelva a haber una generación así. Es uno de los atractivos del baloncesto, a ver cuál es el próximo sitio en el que nacen.
¡Cómo están cambiando las cosas! ¿Usted también es de los que piensa que el baloncesto europeo está más cerca que nunca del americano?
Comparando el baloncesto de Europa y el de la NBA, creo que aquí hay mucha más táctica y los entrenadores preparan los partidos mucho más que allí, salvo cuando en la NBA llegan al playoff. Aquí cada partido se prepara y es importante. Allí se juega cada día o cada dos días y es diferente. El hecho de que muchos jugadores europeos tengan un rol importante allí significa que aquí se está trabajando bien, ya no hay tanta diferencia como antes. Recuerdo cuando yo era jugador, jugando el primer torneo McDonalds en el año 1988 en Madrid, jugamos contra los Boston Celtics, el mítico equipo con Robert Parish, Larry Bird, Kevin McHale, Danny Ainge y Dennis Johnson. Estabas en el campo y no te creías que estabas jugando contra ellos, ahora todo esto ha cambiado.
Desmarcándonos un poco del baloncesto, usted vivió plenamente la grave crisis por la que atravesó Grecia. Ahora vive en España, ¿le recuerda esta situación a la que se vivió mientras usted vivía en Atenas?
Cuando estuve allí era un país muy bueno, todo muy bien organizado y la gente vivía bien. Ellos son orgullosos y estoy seguro de que van a tirar para adelante. Igual que aquí, hay crisis pero yo sólo digo que el ser humano tiene muchas posibilidades y no tienes que llorar… como dice la canción, ‘La vida es un carnaval’, y la gente sigue saliendo igual que antes, la diferencia está en que no se toman tres copas como antes, ahora sólo se toman una. Es así, puedes tener dificultades en la vida, pero lucha, la vida es lucha. Allí la gente es muy orgullosa, y yo me identifico con ellos porque tengo muchísimos amigos y sé que van a salir de esta y van a volver a ser un país donde la vida es realmente buena. Atenas es una gran ciudad, no sólo Atenas, sino todas las ciudades y toda la gente de allí.
¿Cómo es la España que se ha encontrado? ¿Es muy diferente a la que dejó?
Un poco diferente, pero pienso como en el caso de Grecia. Sales un sábado y ves que la gente está disfrutando. Es difícil pensar que hay una crisis, claro que se nota y no se puede salir cada noche, pero la gente vive y esto es lo bueno de la vida.
Quizás esto es algo que tenemos en común los países mediterráneos…
Creo que sí, que esta es la mentalidad, a mi me encanta. Cada vez que estoy en España o en Grecia estoy como en mi casa, es así.
Muchas gracias por atendernos en esta primera entrevista Zeljko
Un placer, mucha suerte, nos vemos.
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