Recuperabamos a jugadoras importantes del equipo que han estado de baja las últimas semanas, el inicio del partido hacia presagiar que el equipo tras los últimos partidos sería capaz de darnos una alegría de nuevo, jugando un baloncesto intenso, rápido, directo, con buenas combinaciones y con acierto... El rival lo intentaba pero no podía contrarrestar nuestro juego... Llegamos al descanso con 10 puntos de ventaja, habiendo tenido hasta 13 puntos de renta... La cosa pintaba muy bien... Nos fundimos, en la segunda parte el equipo se viene abajo de forma estrepitosa. Con las primeras canastas rivales y fallos por nuestra parte el equipo se pone nervioso, se precipita, dejamos de hacer lo que funciona y empezamos a plantear el partido como batallas de trincheras en lugar de como una guerra global y conjunta... y cuando eso sucede lo más probable es que el equipo entre en una vorágine de la que una vez dentro es difícil de salir. Eso el rival lo aprovecha perfectamente y dan la vuelta al marcador, comienzan a dominar el ritmo, los tiempos de juego, a que jugar en cada momento y se van creciendo con cada canasta a la vez que nos hunden en el barro cada vez más y más... No hemos sabido competir y nos hemos dejado llevar por las entrañas, poniendo mucho corazón pero poca cabeza y la cabeza tiene que estar fría para saber jugar los partidos cuando no nos salen las cosas como debiéramos. Lo único positivo es haber aguantado el Basket average particular a nuestro favor por si al final de la liga de grupo hay un empate a victorias/derrotas...
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