sábado, 31 de mayo de 2025

Luis Enrique: De la incomprensión al Olimpo del fútbol europeo

 


Por fin. París tiene su gloria. Y el artífice no es otro que Luis Enrique Martínez, el hombre que ha llevado al Paris Saint-Germain a conquistar la ansiada Champions League. Un técnico irreverente, polémico para algunos, incomprendido por muchos, pero ahora consagrado. El fútbol, a veces, tarda en rendir homenaje a los que se salen del molde. Hoy, se inclina ante uno de ellos.

El arquitecto del éxito parisino

Luis Enrique llegó a París con la misión de domar un vestuario lleno de estrellas y egos, de darle al club algo más que brillo mediático: un alma competitiva. Lo ha logrado con paciencia, convicción y una idea clara de fútbol: presión alta, intensidad, y la confianza ciega en el colectivo por encima del individuo. Su PSG no solo ganó; convenció.

Convirtió lo que durante años fue un grupo de talentos inconexos en un equipo sólido, compacto, con una identidad. Le dio espacio a los jóvenes, recuperó a veteranos, y lo más importante: sembró una mentalidad ganadora. En la final, se impusieron con autoridad. Europa es suya.

Un camino marcado por la polémica y la perseverancia

Luis Enrique nunca fue un personaje cómodo para el entorno mediático. Su historia futbolística comienza en el Real Madrid, pero su decisión de cruzar al eterno rival, el FC Barcelona, marcó su carrera. Muchos no se lo perdonaron. Fue tachado de traidor, incluso antes de demostrar lo que podía aportar.

Su carácter fuerte, su franqueza en las ruedas de prensa, su desdén por el espectáculo vacío, lo alejaron del favoritismo de prensa y afición. Nunca buscó caer bien. Prefirió ser fiel a sí mismo. Eso, en un mundo tan expuesto como el del fútbol de élite, lo convirtió en blanco fácil de críticas.

Pero mientras otros hablaban, él construía. En el Barça conquistó el triplete. En la selección española, pese a las críticas, implantó un estilo que pocos se atrevieron a valorar en su justa medida. Y ahora, con el PSG, ha tocado el cielo europeo. La historia, una vez más, le ha dado la razón


El golpe más duro: la pérdida que cambió todo


En 2019, la vida le asestó el golpe más cruel. Su hija Xana falleció a los nueve años víctima de un osteosarcoma. Una tragedia que lo apartó del fútbol y lo enfrentó a una dimensión del dolor imposible de imaginar. En su silencio, en su retirada, se gestó una transformación personal profunda.


Luis Enrique regresó al banquillo no como un hombre nuevo, sino como alguien con una perspectiva distinta. La muerte de su hija no lo debilitó: lo volvió más humano, más profundo, más consciente. Aprendió a relativizar la crítica, a dar valor a lo esencial, a vivir con una fortaleza serena.


Esa experiencia lo hizo más sabio, más empático, y quizás por eso, su forma de liderar cambió. Pasó de ser el técnico inquebrantable a ser el mentor paciente. Y eso se ha notado en cada equipo que ha dirigido desde entonces


Redención y legado

Luis Enrique no necesitaba esta Champions para reivindicarse. Pero el fútbol se la debía. Su carrera ha estado marcada por los prejuicios, las etiquetas y la incomprensión. Hoy, esas voces se apagan. Hoy, París celebra, pero también lo hace el fútbol.

Este título no borra lo que se dijo de él, pero lo supera. El exmadridista que se hizo leyenda en el Barça, el técnico que abrazó el dolor más insoportable y volvió más fuerte, el hombre que convirtió al PSG en campeón de Europa. Ese es Luis Enrique.

Ni odiado, ni minusvalorado: simplemente un genio que se salió del guion.

"No quiero convencer a nadie, solo quiero hacer bien mi trabajo", solía decir. Lo ha hecho. Y con eso, ha escrito su nombre en la historia.

Mucho ánimo Pau, siempre de los nuestros💪

Lamentamos profundamente la lesión de uno de nuestros jugadores más destacados: Pau Devesa Fiter.

Pau, integrante del equipo júnior masculino, ha sido mucho más que un jugador. Ha sido un referente, un líder dentro y fuera de la pista, ejerciendo de capitán con madurez, compromiso y un comportamiento ejemplar en todo momento. Su nivel de juego ha estado siempre a la altura de su actitud: impecable.


Esta semana hemos recibido la noticia que nunca quisiéramos haber recibido, aunque tristemente no es la primera vez que nos toca afrontar algo así en los últimos años: una lesión de rodilla. Una de esas lesiones duras, que lo mantendrá alejado de las pistas por más tiempo del que pensábamos y deseábamos.

Se ha confirmado el peor de los escenarios, y ahora solo queda hacer lo que mejor sabemos: estar a su lado, acompañarlo en su recuperación y tener toda la paciencia y fuerza que él necesitará.



Mucho ánimo, Pau. Todo el equipo está contigo. Volverás más fuerte

jueves, 29 de mayo de 2025

Caitlin Clark: Nacida para hacer historia

 Caitlin Clark: la chica que cambió el juego con un balón, un sueño y un corazón sin límites

Hay historias que nacen en silencio, en patios traseros, entre tiros al aro al caer la tarde. Hay sueños que se alimentan de constancia, de amor por lo que se hace, de una mirada encendida que nunca se rinde. Caitlin Clark es eso. Una joven de Iowa que con un balón en las manos decidió reescribir la historia del baloncesto… y mucho más.

Una niña que nunca dejó de soñar.

Caitlin no nació en la fama. Nació en West Des Moines, un lugar tranquilo, como tantos otros en Estados Unidos. Desde pequeña, su vida giraba en torno a una pelota naranja. No era solo un juego, era su idioma, su forma de decir “aquí estoy”. Mientras otras niñas soñaban con cuentos, ella soñaba con canastas imposibles. Sus ídolos no llevaban tacones, sino zapatillas deportivas. En su habitación, los posters eran de Sue Bird y Diana Taurasi.

Pero incluso en sus sueños más locos, ¿podía imaginar que un día rompería todos los récords de anotación del baloncesto universitario de la NCAA? ¿Que su nombre resonaría más allá de las canchas, que inspiraría a millones de personas a lo largo y ancho del mundo?


El fuego en la cancha, la calma por dentro: ver jugar a Caitlin es como ver arte en movimiento. Tiros desde el logo, asistencias sin mirar, temple en los momentos grandes cuando la mayoría de seres humanos se derretirían de los nervios. Pero lo que emociona no es solo lo que hace con la pelota: es cómo lo hace. Juega con una mezcla de serenidad y pasión que electriza. No grita para imponerse. No lo necesita. Su juego habla por ella... y lo hace de forma clara y contundente.


Cuando rompió el récord de puntos, no levantó los brazos al cielo, no exigió atención. Solo sonrió, como quien sabe que aún queda mucho por hacer, queda lo mejor por hacer. Esa humildad es parte de su magia: lo extraordinario, en ella, se vuelve cercano.


Una mujer que cambió mucho más que un deporte, el baloncesto, fue un fenómeno mundial: El "efecto Caitlin Clark" no es solo televisivo o estadístico. Es humano. Ha llenado estadios donde antes había butacas vacías. Ha conseguido que familias enteras se sienten frente al televisor para ver un partido de baloncesto femenino. Ha hecho que niñas de todo el mundo agarren un balón y digan “yo también”... recuerda en ello al impacto de Michael Jordan a la NBA. 

Pero su impacto va más allá del deporte. Clark representa una nueva forma de liderazgo: cercano, valiente, auténtico. Fundó una organización para apoyar a jóvenes desfavorecidos, no por compromiso público, sino por empatía genuina. Porque ella recuerda lo que es ser una niña con sueños gigantes en un mundo que no siempre cree en ellas.


El corazón de una nación: La WNBA la esperaba como se espera a una estrella. Y no decepcionó. En cada ciudad donde juega, hay carteles, camisetas, emoción. Pero si preguntas a quienes la han conocido, te dirán que lo más grande de Caitlin no es su tiro, sino su forma de mirar a los demás. Siempre tiene tiempo para una fan, para una palabra amable, para un gesto que marque la diferencia. Es una atleta, sí. Pero también es una hija, una hermana, una joven que aún se emociona con una carta escrita a mano, que no olvida sus raíces, que sabe que la fama es fugaz pero los valores perduran.


Un legado que apenas comienza: Caitlin Clark no ha terminado su historia. Apenas está comenzando. Los Juegos Olímpicos, más títulos, más récords le esperan. Pero su legado ya está aquí: está en cada niña que se pone una camiseta con el número 22. En cada padre que lleva a su hija al primer partido. En cada persona que, viéndola jugar, entiende que el deporte femenino no es futuro. Es presente. Y es poderoso.

Caitlin Clark no es solo una jugadora. Es un símbolo. Un faro. Una de esas personas que, sin alzar la voz, logra que el mundo escuche.

Y lo más hermoso es que lo hace con la misma pasión con la que, de niña, lanzaba tiros sola en la entrada de su casa, bajo el cielo abierto de Iowa.










miércoles, 28 de mayo de 2025

Sergio Llull: adiós a la Selección


Sergio Llull se despide de la Selección Española: el adiós del Increíble Hulk del baloncesto nacional. 



Se va Sergio Llull. No de las pistas —aún queda magia en esas piernas—, pero sí de la Selección Española. Y con su adiós, no solo cuelga la camiseta uno de los jugadores más icónicos de nuestro baloncesto: se cierra un capítulo dorado, épico, irrepetible. Llull ha sido el último eslabón de una generación de leyenda, y con él se marcha el alma de un equipo que hizo historia.


Llull no ha sido simplemente un jugador. Ha sido garra, corazón, músculo, carácter. El Increíble Hulk del combinado nacional. No por su tamaño, sino por su capacidad para aparecer en los momentos más tensos, en las batallas más encarnizadas, cuando parecía que todo estaba perdido. Cuando más dolía, aparecía él: acelerado, decidido, eléctrico, valiente. Con una mandarina en la mano y la esperanza de un país en los ojos.


Porque si algo definió a Sergio Llull fueron esas mandarinas imposibles: tiros sin ángulo, sin lógica, sin margen… y sin miedo. Canastas que rompían esquemas y redes, que helaban corazones rivales y desataban la locura en las gradas. Cada una de ellas fue una declaración: “Aquí está Llull. Aquí está España”.


Pero más allá de sus highlights, de sus triples increíbles y sus penetraciones kamikazes, su legado es otro: la entrega sin condiciones, el sacrificio constante, la fidelidad absoluta a una camiseta que siempre defendió como si fuera la última vez. Jugó lesionado, jugó tocado, jugó por amor. Por España. Por la familia que se formó en cada Eurobasket, Mundial o Juegos Olímpicos.


Llull no fue el más alto, ni el más fuerte, ni el más talentoso en una selección repleta de genios, pero fue el motor emocional, el pegamento, el ejemplo. Líder sin alardes, sin discursos grandilocuentes, pero con hechos que gritaban más fuerte que cualquier arenga.


Su retirada no solo marca el fin de su trayectoria con la selección. Marca el fin de una Era. La de los Gasol, Navarro, Reyes, Rudy, Ricky… y Llull. Una generación que cambió la historia del baloncesto español. Que puso a España en lo más alto del podio, no una, sino muchas veces. Llull era el último de pie. El último gladiador de una época dorada.


Gracias, Sergio. Por cada grito, por cada caída y cada levantada. Por cada mandarina. Por cada gota de sudor que cayó por esta camiseta. Te vas como llegaste: dejándolo todo en la pista.


Hasta siempre, capitán.

martes, 27 de mayo de 2025

Rafael Nadal: ETERNO

 


El domingo el mundo del tenis —y del deporte en general— se detuvo por un instante para despedirte, para agradecerte, para intentar poner en palabras lo que tu carrera ha significado para millones de personas. No es fácil decir adiós a un mito, porque los mitos, aunque se retiren, nunca se van del todo.


Fuiste mucho más que un campeón: fuiste un símbolo. Un gladiador de la pista, el amo indiscutible de la tierra batida. Catorce veces campeón de Roland Garros: una hazaña que, simplemente, desafía toda lógica. Ese torneo, esa Philippe Chatrier teñida de rojo, se convirtió en tu hogar, en el escenario donde desplegaste un dominio que jamás se había visto —ni probablemente se verá— en ningún deporte. Cada gramo de tierra batida parecía entender tu juego, tu pasión, tu voluntad de hierro.


Tu estilo de juego fue la encarnación del esfuerzo. Cada punto, cada partido, cada torneo, lo jugaste como si fuera el último. Nunca diste una bola por perdida. Nos enseñaste que la entrega total, la disciplina y el espíritu de lucha no son valores vacíos, sino caminos hacia la grandeza. Con tu garra, derribaste barreras físicas y mentales, y desafiaste constantemente a tu propio cuerpo, que tantas veces intentó detenerte con lesiones, sin lograr jamás quebrar tu alma.


Tu carrera ha estado marcada por rivales legendarios. Junto a Roger Federer y Novak Djokovic tejiste una de las rivalidades más intensas y hermosas de la historia del deporte. Con Federer compartiste duelos inolvidables y una amistad que dignificó al tenis. Con Djokovic, protagonizaste batallas épicas de resistencia, talento y estrategia. Con ambos, elevaste el nivel del juego, nos llevaste a los límites de la emoción y dejaste una herencia imborrable.

Roger Federer dijo de ti: "Conocerte y competir contigo ha sido uno de los grandes honores de mi vida. Me hiciste mejor jugador y mejor persona."

Novak Djokovic afirmó: "Rafa me obligó a reinventarme una y otra vez. Es el mayor guerrero que ha pisado una pista de tenis."


Y esas palabras no vienen solo del respeto entre rivales, sino del reconocimiento a una figura que trascendió el deporte.

Pero tu legado va más allá de los 22 Grand Slams. Más allá de los trofeos y récords, lo que permanecerá es la imagen de un hombre íntegro, humilde, respetuoso con sus adversarios y con el público. Un deportista ejemplar, que supo ganar con clase y perder con dignidad. Que nunca buscó excusas, solo soluciones.

Y como símbolo eterno de ese legado, la pista central de Roland Garros —tu templo, tu reino— lucirá para siempre una placa con tu nombre. Un homenaje a quien convirtió ese escenario en sinónimo de lucha, honor y excelencia. Esa placa será testimonio de una era irrepetible. Generaciones futuras pasarán por allí y sabrán que hubo un tiempo en que un joven de Manacor conquistó París una y otra vez, con el corazón por delante de la raqueta.


Rafa, no solo nos dejas un vacío en el circuito. Nos dejas una enseñanza de vida. Porque tú no solo fuiste un campeón; fuiste inspiración. Y aunque ya no empuñes la raqueta como antes, tu historia seguirá alentando a nuevas generaciones a soñar en grande, a luchar hasta el final, a no rendirse nunca.


Gracias por tanto, Rafael Nadal. Eternamente gracias.


Con admiración y gratitud,

Un aficionado más, entre millones

domingo, 25 de mayo de 2025

Carta de despedida a Lucas Vázquez



Querido Lucas: 

Hoy no es un día fácil para el madridismo. Decir adiós a uno de los nuestros duele, y más cuando se trata de alguien como tú: un jugador que representa como pocos los valores del Real Madrid.


Desde tu llegada a La Fábrica, has sido ejemplo de comportamiento, compromiso y entrega. Siempre supiste lo que significaba vestir esta camiseta, y cada minuto en el campo lo demostraste con sacrificio, humildad y una lucha incansable. No importaba si jugabas de extremo, de lateral o desde el banquillo: tu actitud siempre fue la de un auténtico guerrero dispuesto a darlo todo por este escudo.


Lucas, tú eres de los que no necesitan hacer mucho ruido para dejar huella. Tu fútbol ha sido valioso, pero tu legado va más allá de los goles, las asistencias o los títulos. Eres un jugador de la casa, un canterano que entendió desde niño qué es el Real Madrid y lo defendió con orgullo hasta el último día.


Gracias por tu profesionalidad, por tu cercanía con los compañeros, por ser ese ejemplo en el vestuario y por tu amor incondicional al club. Te vas con la cabeza alta, como debe hacerlo alguien que lo ha dado todo. Aquí siempre tendrás tu casa, porque el Santiago Bernabéu no olvida a los suyos.


Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa. Donde vayas, seguro que seguirás dejando huella. Porque el corazón que pusiste en cada partido no se entrena: se nace con él.

Palmarés con el Real Madrid:

5 Ligas de Campeones de la UEFA: 2015–16, 2016–17, 2017–18, 2021–22, 2023–24

4 Ligas: 2016–17, 2019–20, 2021–22, 2023–24

4 Supercopas de España: 2017, 2019–20, 2021–22, 2023–24

4 Supercopas de la UEFA: 2016, 2017, 2022, 2024

2 Copas del Rey: 2013–14*, 2022–23

5 Copas Mundiales de Clubes de la FIFA: 2016, 2017, 2018, 2022, 2024


Hasta siempre, Lucas.


Con admiración y cariño,

El madridismo

sábado, 24 de mayo de 2025

Junior Femenino: 1/4 Final Aldaia ... 37 - 60... CB Oliva Activa't Oliva

 


Victoria importante en el partido de ida. La diferencia no refleja lo que sucedió a lo largo del partido. Tras dominar con claridad los primeros minutos en los que llegamos a tener una renta superior a los 10 puntos de diferencia (3-12 el primer periodo y en el inicio del segundo periodo aumentamos la diferencia) las rivales reaccionaron aprovechando algunos errores defensivos nuestros y las ansias de hacer demasiado sin el control necesario. En ocasiones querer hacer de más nos lleva a cometer errores que se penalizan. Así el rival ganó el segundo periodo con parcial de 15-10 y llegamos al descanso con el marcador de 18-22. Las habíamos tenido contra las cuerdas y las dejamos escapar. En el tercer periodo cambiamos la defensa varias veces, perdemos intensidad y las rivales encuentran el camino a la canasta con más facilidad, toca sufrir en estos minutos, tenemos que protegernos de faltas en jugadoras clave dentro del sistema. Parcial de 15-14 y llegamos al último periodo con un resultado apretado de 33-36. Todo por decidir. El último periodo el equipo rinde a un nivel altísimo en defensa, lo que nos permite tapar todos los caminos del rival a la canasta, recuperar balones y salir en buenas transiciones... sin poder hacer muchos contraataques si que llegamos con ventajas posicionales y estamos fluidas, agresivas y certeras. Logramos así un parcial de 4-24 que nos da una victoria contundente y una ventaja importante para el partido de vuelta. No hay nada ganado, queda un partido y en baloncesto puede pasar cualquier cosa. La diferencia entre ambos equipos no es tanta y hay que seguir sufriendo y dándolo todo si queremos clasificarnos. 

viernes, 23 de mayo de 2025

Gracias Luka Modric: LEYENDA



 Hasta siempre, Luka: el mago croata que conquistó el corazón del fútbol


El fútbol se toma un respiro. Hoy se despide uno de sus grandes intérpretes: Luka Modric. Un jugador que no solo entendió este deporte como pocos, sino que lo embelleció en cada toque, en cada giro, en cada pase. Luka no se va: trasciende.

Antes de que los estadios corearan su nombre, Luka fue un niño desplazado por la guerra. Nació en 1985 en Zadar, en plena Croacia devastada por el conflicto de los Balcanes. Su infancia estuvo marcada por el sonido de las bombas más que por los gritos de gol. Con apenas seis años, tuvo que huir junto a su familia tras el asesinato de su abuelo y la quema de su casa. Su balón era su refugio, y su constancia, una forma de resistencia.

Llegó al Real Madrid en 2012 entre críticas y escepticismo. Algunos lo tildaron de "fichaje innecesario", y su debut fue seguido más por la polémica que por la esperanza. Incluso fue elegido como el peor fichaje de La Liga en su primera temporada. Pero el tiempo, ese juez implacable, se encargó de poner las cosas en su sitio. Luka cerró bocas con trabajo, talento y una resiliencia silenciosa que lo convirtió en una leyenda blanca.

Trece años después, se marcha como uno de los mejores centrocampistas de la historia del club y del fútbol. Con 6 Champions League en su palmarés —una cifra al alcance de muy pocos—, Modric fue el cerebro y el corazón de un Real Madrid irrepetible. Junto a Kroos y Casemiro, formó una sociedad inolvidable que dominó Europa con autoridad, clase y control.

En su selección, Croacia, fue más que un capitán: fue un símbolo. La llevó a la final del Mundial 2018 y al tercer puesto en 2022, y con ello grabó su nombre para siempre en la historia del fútbol de su país.

Modric no necesitó el físico de los atletas modernos. Su arma fue la inteligencia. Su estilo, la elegancia. Su virtud, la constancia. Cada pase suyo era una línea de poesía escrita sobre césped. Cada partido, una clase magistral.

Y así, aquel joven croata que llegó cuestionado, se va entre aplausos, reconocimientos y una admiración unánime. Luka cambió la crítica por respeto, el murmullo por ovación, y lo hizo sin estridencias, con la cabeza baja y los botines siempre limpios.

Pero lo que más admiramos de Luka no son sus trofeos, sino su forma de ganarlos. Siempre discreto, siempre elegante, siempre poniendo al equipo por encima del ego. Un líder sin gritos, un ejemplo sin buscar serlo.


Hoy se despide el futbolista. Pero el legado, el símbolo, el hombre, se queda con nosotros. Porque Luka Modric no es solo un ídolo del Real Madrid o de Croacia. Es un símbolo de cómo el dolor puede transformarse en belleza, cómo la guerra puede dar paso a la paz, y cómo un balón puede cambiar una vida.

Gracias, Luka. Por enseñarnos que la grandeza se construye con humildad, talento y amor por el juego. 

Tu legado no tiene fecha de caducidad. Hasta siempre, genio.



domingo, 18 de mayo de 2025

Junior Femenino: CB Oliva Activa't Oliva clasificadas

 


La eliminatoria de octavos de final comenzó el sábado por la tarde en una pista exterior, bajo el sol, con medidas cortas que condicionaron claramente el juego. Nuestro equipo no logró encontrarse cómodo en ningún momento: errores de cara al aro, pérdidas de balón innecesarias y una falta de ritmo general impidieron que pudiéramos imponer nuestro estilo. A pesar de contar con superioridad física en algunas posiciones y momentos de velocidad, no supimos capitalizarlos. El partido, trabado y de escasa anotación, terminó con un empate a 29, dejando todo por decidir para el segundo encuentro.


El domingo, en el pabellón de Oliva y con mejores condiciones, volvimos a la cancha decididas a resolver la eliminatoria. Aunque los primeros compases del encuentro estuvieron marcados por la indecisión y los errores, en el segundo cuarto logramos imponer nuestro juego, alcanzando una ventaja clara que nos permitió irnos al descanso con un prometedor 27-10.


La segunda parte arrancó con la misma tónica que el inicio del partido: muchos fallos, especialmente en contraataques con superioridad numérica que no supimos culminar. Sin embargo, poco a poco fuimos encontrando nuestra mejor versión. La presión defensiva, el acierto en transición y una mejor toma de decisiones nos permitieron ampliar la diferencia y cerrar el encuentro con un contundente 49-28.


Una eliminatoria que empezó con dudas, pero que terminamos resolviendo con solvencia. ¡Nos vemos en cuartos de final!

domingo, 4 de mayo de 2025

Junior Femenino: CB Oliva Activa't Oliva... 47 - 18... Pedreguer

 Llegamos a la penúltima jornada con la opción de proclamarnos campeonas de Liga. El rival nuestro inmediato perseguidor en la liga. Un partido que se preveía muy igualado por lo reñido que estuvo el partido en su campo en la primera vuelta y por las bajas importantes con las que afrontamos el encuentro (Mar, Isa, Allegra y una de última hora como Koniba). El equipo estaba mermado, pero aun así contamos con 8 jugadoras dispuestas a todos por lograr el objetivo. 

El partido comienza a un ritmo muy alto y pronto se ve que a pesar de los nervios y la tensión de algunas el equipo está muy metido en lo que hay que hacer. Presión alta, llegar al 2x1, apretar líneas de pase y salir en velocidad aprovechando que somos más veloces y jugando con nuestras ventajas en el 1x1 desde lejos y en posiciones cercanas a canasta. El primer periodo acaba con un 14-9 que no refleja la verdadera diferencia que ha habido en el juego de uno y otro equipo debido a pequeños fallos por nuestra parte. En el segundo periodo abrimos brecha en el marcador porque corregimos algún error defensivo y en ataque seguimos marcando diferencias con nuestra superioridad física, parcial de 15-4 y llegamos al descanso con un 29-13 que no es definitivo pero que si encauza bien el partido. El único problema es la lesión de Nuria que nos hace replantearnos el sistema defensivo. Con solo 7 jugadoras decidimos ponernos en zona, para regular esfuerzos y cubrirnos de faltas innecesarias. El parcial en el tercer periodo es de 9-3 (38-16) que es el golpe definitivo al partido, y además recuperamos a Nuria, la lesión no había sido tan grave como parecía al principio. En el último periodo volvemos a presionar y solventamos el encuentro con un parcial final de 9-2 para el definitivo 47-18. El equipo se proclama campeón de liga en un partido que ha resultado más sencillo de lo esperado. Si nosotras teníamos bajas el rival también las tenía y han sido también clave en la diferencia final. Hemos sido el mejor equipo de la liga y al final hemos recibido el premio merecido.