La eliminatoria de octavos de final comenzó el sábado por la tarde en una pista exterior, bajo el sol, con medidas cortas que condicionaron claramente el juego. Nuestro equipo no logró encontrarse cómodo en ningún momento: errores de cara al aro, pérdidas de balón innecesarias y una falta de ritmo general impidieron que pudiéramos imponer nuestro estilo. A pesar de contar con superioridad física en algunas posiciones y momentos de velocidad, no supimos capitalizarlos. El partido, trabado y de escasa anotación, terminó con un empate a 29, dejando todo por decidir para el segundo encuentro.
El domingo, en el pabellón de Oliva y con mejores condiciones, volvimos a la cancha decididas a resolver la eliminatoria. Aunque los primeros compases del encuentro estuvieron marcados por la indecisión y los errores, en el segundo cuarto logramos imponer nuestro juego, alcanzando una ventaja clara que nos permitió irnos al descanso con un prometedor 27-10.
La segunda parte arrancó con la misma tónica que el inicio del partido: muchos fallos, especialmente en contraataques con superioridad numérica que no supimos culminar. Sin embargo, poco a poco fuimos encontrando nuestra mejor versión. La presión defensiva, el acierto en transición y una mejor toma de decisiones nos permitieron ampliar la diferencia y cerrar el encuentro con un contundente 49-28.
Una eliminatoria que empezó con dudas, pero que terminamos resolviendo con solvencia. ¡Nos vemos en cuartos de final!
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