Visitábamos el campo del Denia, lo hacíamos como lideres invictos del grupo... llegamos tras unos partidos donde no hemos estado al nivel adecuado y hablamos de salir desde el principio al máximo para no repetir experiencias cercanas... pero desde el principio se ve que no es así, permitimos 3 canastas tremendamente fáciles por parte del rival... no hay intensidad, ni tensión en defensa... en ataque conseguimos anotar por calidad no por juego... en el segundo periodo la intensidad defensiva mejora pero en ataque jugamos demasiado precipitados y sin la generosidad que siempre nos había caracterizado, mucho bote de balón y poco pase... van pasando los minutos y no logramos imponer nuestro juego, da la sensación que en el momento que apretemos un poco lograremos ganar el encuentro, al rival le cuesta mucho trabajo y esfuerzo lograr pequeñas rentas en el marcador, y nosotros cada vez que apretamos las clavijas conseguimos hacer parciales de 0-6 o 0-8 en poco menos de un minuto, pero el problema es que no tenemos continuidad y dejamos que el rival se rehaga... hasta que esos minutos de lucidez ya no llegan y el rival consigue imponer poco a poco su juego, siendo muy duros en defensa, favorecida por nuestro juego excesivamente individual y previsible... pasan los minutos y vemos como el partido se nos escapa, queremos reaccionar pero lo hacemos con prisas y mal, permitiendo que el rival aumente la diferencia con cada intentona nuestra... hasta que el silbato final suena... ha llegado nuestra primera derrota, justa y merecida... que en situación normal debería haber llegado antes y que al no llegar parecía que eramos inmunes, parecía que nos bastaba con jugar mal para ganar... y no... hemos perdido semanas pensando que con ganar bastaba... y no basta, no es suficiente ir ganando partidos si no van acompañados de buen juego, de entrega máxima, de solidaridad, de compañerismo en el juego (no solo fuera de la pista donde todos son una piña, hay que ser compañeros dentro de la pista, con cada pase, con cada ayuda defensiva, en cada jugada, en cada ataque, en cada defensa)... es una derrota que debe hacernos ver lo que no fuimos capaces de ver en las victorias, que el camino hacia el triunfo es otro... y consiste no en ganar a los rivales, consiste en superarse a uno mismo cada día, cada partido, cada entrene...
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