Con todo el pescado vendido jugábamos nuestro último partido de la temporada en casa, a falta de la última jornada que se jugará en campo del próximo rival... la idea era despedirse dando una buena imagen para agradecer a la afición su apoyo incondicional durante toda la temporada... esa era la idea, pero de la idea a los hecho va un trecho... no salimos bien al partido y no fuimos capaces, ni incluso dominando el partido en alguna pequeña fase del primer periodo, de entrar en ritmo... se nos veía lentos de piernas y de ideas, faltos de intensidad y agresividad en ambos lados de la pista... en defensa en la primera parte el mejor había sido Marc Picornell que se había quedado a reforzar al equipo tras haber jugado 30 minutos en el B ¿cómo era posible? la ilusión de jugar en el A empuja más que el jugar un partido más en el que no nos jugábamos nada más que el orgullo... aunque eso en otros tiempos era suficiente, pero los tiempos cambian... a veces lamentablemente...
Llegamos al descanso 2 puntos abajo, 26-28, tras haber realizado una primera parte más que nefasta... solo con que apretasemos un poco el acelerador nos sería suficiente... van pasando los minutos y seguimos con el tran-tran, partido igualado en el que ambos equipos se intercambian aciertos y errores... lo peor era el ritmo de partido... lento, pastoso, con falta de garra e intensidad... y a falta de pocos minutos para el final del partido 3 triples del equipo y varias defensas agresivas nos permiten abrir una brecha en el marcador para ganar el encuentro con cierta comodidad... nos ha basta poco más de minuto y medio para marcar diferencias... una pena no haber realizado un mejor partido, era lo que nuestra afición se merecía...
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