Y llego... tarde o temprano tenía que llegar y lo hizo más tarde de lo que estábamos mereciendo en las últimas semanas... porque si, ganábamos los partidos pero no éramos convincentes en el juego, no lo hacíamos con el juego de equipo que nos caracterizaba a principio de temporada... la victoria tiene grandes vicios y el mayor de todos es hacernos creer que todo está bien cuando no es así... a veces se gana sin merecerlo pero la victoria nubla la vista del jugador "hemos ganado, somos muy buenos, bla bla bla bla bla"... y caímos en la trampa de creernos mejores de lo que somos y hace semanas que comenzamos a jugar con fuego... y cuando se juega con fuego uno acaba quemándose...
El partido empezó bien para nuestros intereses, fuertes en defensa, generosos en ataque, ahogando al rival y saliendo en rápidas transiciones que nos generaban muchas opciones de encarar canasta con ventaja lo que supimos aprovechar los primeros periodos para alcanzar una renta superior a las 10 puntos (21-10)... y cuando teníamos un periodo para aumentar más si cabe la diferencia el equipo naufragó, y lo hizo por méritos propios, o por demérito mejor dicho... por ser egoístas con el balón... uno no es egoísta por jugarse un tiro, un 1x1, una jugada, dos, tres... no... uno no es egoísta por eso... uno es egoísta por hacer eso cuando tienes a un compañero totalmente sólo al lado de la canasta esperando un pase que no llega... cuando el balón no se lo juega el jugador mejor posicionado es un mal síntoma... y es algo que se contagia como todo lo malo en esta vida, así somos los seres humanos, caemos en el vicio de forma fácil y sin retorno... y cuando empieza uno, le siguen el resto y cuando eso sucede es el principio del fin... y el principio no debemos buscarlo en este partido que se acabo perdiendo, el principio viene de más lejos... pero las victorias nos cegaban y no hicimos caso a esa voz critica que avisaba de que esto acabaría llegando... porque éramos tan buenos que era imposible perder... pues no, no éramos tan buenos como para ganar sin la ayuda del trabajo en equipo, de la generosidad entre compañeros... cuando una canasta proviene de una buena circulación de balón eso te ayuda a crecer como grupo, todos se sienten parte del éxito... cuando una canasta viene de una jugada individual de 1 contra el mundo el éxito es fugaz porque no es algo que se pueda repetir de forma continuada... y así nos paso, el rival pobló la zona y ya no podíamos irnos en el 1x1 y cuando lo hacíamos íbamos a parar contra una muralla y no veíamos el pase al mejor compañero, porque el mejor compañero, el que está solo dejó de estarlo... porque ¿para que iba a hacer el esfuerzo de moverse a espacios vacíos, de cortar, de ofrecer una línea de pase si el pase nunca llega? y así es como nos hundimos... cuando dejamos de jugar para los compañeros, pare el equipo por querer jugar para nosotros cuando estamos hablando de baloncesto y no de tenis o atletismo... el rival fue fomentando su victoria en una defensa muy intensa, muy dura, no permitiendo canastas sencillas (antes hacemos falta que una canasta, y eso les costó tener jugadores expulsados pero nosotros no anotamos y empezamos a desesperarnos... hicieron buen cambio, nosotros perdimos y hay jugadores que ni siquiera hicieron una falta para evitar una canasta) y en ataque sabían a lo que jugaban, sabían a quien tenían que buscar y como darle opciones si era parado por nuestra defensa...
Si, perdimos... y es una derrota que me alegra... una derrota que debe abrirnos los ojos de par en par si somos lo suficientemente inteligentes para aprender de ella ¿lo somos? espero que sí... hay mucho potencial en el grupo y sé que lo mejor está por llegar, pero debemos creer en nosotros mismos como grupo, como equipo... si nos unimos, si sumamos esfuerzos, si creemos los unos en los otros, si nos ayudamos, si somos generosos y solidarios, entonces seremos un rival temible de nuevo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario