Habíamos jugado a la ruleta algunas semanas y hasta el momento siempre había salido color ganador, pero quien juega a la ruleta sabe que siempre se acaba perdiendo y así nos pasó en este encuentro. Un partido en el que presentábamos 4 bajas importantes, ante un rival y un campo que no se nos suele dar demasiado bien... si además de eso no jugamos bien, con la intensidad adecuada y estamos tan flojos en ambos lados del campo el panorama es bastante negro. Comenzamos con un 0-6 a favor rápidamente contrarrestado por el rival, fueron nuestros únicos momentos de dominio... Las primeras 4 acciones de partido... a partir de ahí fue todo correr detrás del rival. Un rival joven, con velocidad, con las cosas claras de como debían jugar, donde sacar ventajas y desde donde castigar... lo tenían fácil por nuestra falta de responsabilidad colectiva. Para colmo de males Nicolau recibe un golpe y en pocos segundos se transforma en William Wallace en una de las batallas entre escoceses e ingleses por sus tierras, toda la cara llena de sangre... la imagen es impactante. Pero pudo seguir jugando tras el descanso.
Tuvimos varios momentos de reacción, de meternos en partido... era un espejismo, estaba todo basado en acciones individuales, de garra, de perdidos al río y así es difícil, muy difícil, ganar un partido ante un rival bien plantado y de ideas claras... No se logró una victoria que nos hubiera hecho tocar con la yema de los dedos Primera Nacional... pero esta derrota no debe hundir el ánimo, nos quedan 5 partidos y tenemos que ganar 2 de ellos... Dependemos de nosotros mismos y el equipo es consciente de ello. Estamos cerca pero a la vez lejos de conseguirlo...
Nota: el mejor del partido el jugador junior, Xavi Marrades, que nos metió en partido en un momento crucial... pero no fue suficiente.
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