Tocaba jugar fuera de casa y eso es sinónimo de que el equipo va a mostrar su mejor versión, parece mentira pero este año si queremos ver al mejor Oliva hay que hacerlo fuera de casa donde están dándonos las mejores alegrías. Es algo extraño que en nuestra casa, con nuestra gente, no podamos jugar a nuestro nivel y si lo hagamos fuera de casa. El equipo se impuso en un partido igualado pero controlado por nuestros jugadores. Una victoria que borra en parte el sabor amargo de la derrota de la semana pasada en nuestro campo y que nos mantiene con un hilo de esperanza por seguir luchando por las primeras posiciones, quien sabe lo que pueda suceder de aquí a final de temporada. Lo que está claro es que el equipo se va a dejar el alma en cada partido de aquí al final y que luego la clasificación dictamine de que somos merecedores.
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