Pau Gasol... una reválida más

Será complicado ver a Pau Gasol de nuevo el próximo año como jugador de los Lakers. Puede incluso que en febrero sea ya traspasado, pero hasta entonces el pívot español se ha propuesto volver a brillar como antes de la lesión. Ser de nuevo el jugador decisivo que se asoció con Kobe Bryant para darle a la franquicia angelina dos anillos consecutivos en 2009 y 2010. Vilipendiado por una gran parte de los medios de Los Ángeles, la salida de Dwight Howard y la lesión de Kobe -aún tardará varias semanas en volver a las canchas- le sitúa como gran protagonista del equipo en este inicio de temporada.

Mike D’Antoni, su entrenador en los Lakers, ha reculado. Esos galones que le retiró el año pasado en favor de Howard han vuelto a recaer en el español, al que no le asusta la responsabilidad. La necesita. Su rol, más allá de estar cerca o lejos del aro, es sentirse importante dentro del equipo y, al menos hasta que Bryant se recupere, no habrá otra referencia ofensiva en los Lakers que él. Esa tendencia ya se ha visto reflejada en la pretemporada, en la que, superados sus problemas en la rodilla, ha sido el mejor jugador angelino con casi 14 puntos y 7 rebotes en poco más de 25 minutos por encuentro. «Me siento mejor de lo que esperaba. Estoy realmente feliz por mi estado físico y ahora ya es cuestión de ver cómo empezamos la temporada. Va a ser un comienzo duro y exigente, con muchos partidos en pocos días, pero esto es la NBA y tienes que asumirlo así», señala el español tras el último entrenamiento antes de medirse esta noche (3.30 horas) a los Clippers.

Más allá de la capacidad de los Lakers de luchar por el anillo, la temporada debe servir a Pau para reivindicarse. En junio acabará su vinculación con los Lakers y el futuro depende en gran medida de sus números en los próximos meses. La renovación se antoja complicada, pues los Lakers están decididos a dar un cambio de rumbo y renovar su plantilla de manera radical, así que un buen contrato lejos de Los Ángeles sería más factible volviendo a brillar como antaño. Un reto a su alcance. Una reválida posible.