No pudo ser... nos presentábamos al partido con la ilusión de luchar por una victoria que se antojaba complicada, contra un rival muy duro y físicamente superior, en todos los emparejamientos físicos salíamos perdiendo... pero si algo tiene este grupo es que no se deja amilanar por el físico rival, salen a competir siempre, unas veces mejor, otras peor... pero hoy era el día, hoy era el día de darlo todo, de no esconderse, de luchar hasta el final sin miedo a nada... salimos a pista y desde el principio nos vimos superados por el poderío del rival que cargaban el rebote una y otra vez, pero no estuvieron acertados cara a canasta y pudimos sobrevivir a las primeras embestidas... con el paso de los minutos y tras muchas perdidas de balón, demasiadas para el inicio de una final, el equipo encontró buenas opciones en ataque para ponernos por delante en el marcador, pero fallamos demasiadas ocasiones claras, entradas que no se pueden perdonar y cada vez que nos poníamos por delante un error en ataque y un balance defensivo lento hacía que el rival se pusiera por delante en el marcador... a pesar de todos los errores el equipo se mantenía en partido, la final estaba siendo muy igualada... en el quinto periodo logramos una pequeña renta de 5 puntos de ventaja, pero en el sexto periodo la hecatombe, jugamos a lo loco, perdemos balón tras balón, fallamos todo lo que se puede fallar y mucho más y el rival no perdona, huele la sangre y nos hinca el diente... pasamos de 5 arriba a estar 9 abajo al finalizar el sexto periodo... el partido sigue, queda tiempo por delante... a mediados del séptimo periodo digo a mis jugadores que salgan del campo... ya no se puede aguantar más... estamos cometiendo errores, si, muchos... fallamos canastas, fallamos pases, nos rebotean mucho... no es necesario que encima un árbitro nos quite las pocas posibilidades que tenemos de competir por lo imposible... nos retrasa un saque de banda porque el jugador iba a sacar 1 metro más adelante, cuando se ha estado haciendo en todo el partido, pita una falta a Abel que es un tapón como una casa y que el árbitro a quien correspondía esa zona del campo y estaba mucho más cerca y con mejor ángulo de visión no pita nada, pita un campo atrás que no es al no tener nosotros el control en campo delantero (como me reconoce el otro árbitro cuando pasa por mi lado "lo sé, no es campo atrás, no tenías control en campo delantero, pero no puedo hacer nada")... pita unos pasos a Miquel cuando hace canasta... y pita una falta que vuelve a ser solo él... todo en 1 minuto de juego... ¡¡¡¡yaaaaa!!! no va más... saco a los jugadores del campo... "Si quieres me pitas una técnica más, me tiras a la calle y ya, pero por joderme a mi no putees a los jugadores"... es así de sencillo ¿soy yo tu problema? me tiras y punto... pero los jugadores no tienen que pagar nada... viene el otro árbitro y representante de la FBCV a decirme que yo decido, que me entienden, que envié un escrito a la FBCV ¿para qué? que vean el video y que no lo envíen más a partidos así ¿no lo saben? ¿envían a cualquiera a pitar unas finales? Al final hago que los jugadores sigan compitiendo... tienen que aprender a luchar contra las injusticias que se van a encontrar en el largo caminar de la vida de la cual no podemos salirnos de la pista (bueno, el que tenga dinero y opciones de pillar un cohete espacial quizás si)... salimos a pista, vamos a competir, luchamos, seguimos peleando cada balón... al cabo de un rato metemos una canasta, le cae el balón a las manos de Miquel que lo deja en el suelo y piiiiiii... ¡técnica! de risa... ¿Qué es técnica? claro que sí... ¿Qué se ha producido en multitud de ocasiones en las dos canastas y no la han pitado en ningún momento? también... que pena que por no tirarme a mi tenga que hacer esto con unos chavales que habían llegado ilusionados a competir por una final... no pasa nada, no íba a conseguir derribar la moral de nuestros chicos, que a pesar de la muralla que había enfrente se lo dejaron todo hasta el pitido final... No, no perdimos por el arbitraje... perdimos por los pases mal dados, por las entradas y tiros libres fallados, por los rebotes que nos cogieron y por lo blandos que estuvimos en muchas defensas permitiendo que anotaran con facilidad... y a pesar de eso competimos hasta el último momento...
Necesitamos comprender y aceptar que para que te vaya bien, muchas veces te tiene que ir mal. El precio del éxito es el aprendizaje y el precio del aprendizaje es cometer errores. Nadie nace sabiendo, ni aprende sin pagar el precio. Quien teme el "fracaso", retrasa su "éxito".
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