Hoy una de las nuestras cumple la mayoría de edad... 18 años, casi nada... hecho la mirada atrás y recuerdo aquella renacuaja en sus primeros años entrenando en el equipo que entrenaba, un equipo mixto en el que sólo habían 5 niñas y Sandra era la más pequeña de todas ellas.
A primera vista no destacaba, pasaba bastante desapercibida y no te enterabas ni que estaba en el entrene, pero si te fijabas en ella podías intuir algo, era una jugadora que ocultaba un talento inmenso dentro de ella, un talento que se veía en pequeños detalles, en momentos fugaces... había que estar muy atento para verlo, captarlo, sentirlo... y lo vi, tuve la suerte de verlo y desde entonces disfrutar de ello las pocas veces que lo sacaba a relucir, quizás por la timidez que le caracteriza, por esa forma de ser de querer pasar inadvertida, quizás porque era la más pequeña o porque jugaba en un equipo mixto dónde los chicos llevaban la voz cantante a la hora de jugar... pero uno disfrutaba de esos pequeños gestos técnicos, de ese talento natural a la hora de moverse por el campo, de lo lista que era a pesar de ser tan pequeña, lo captaba todo enseguida, se esforzaba por hacerlo lo mejor posible y lo hacía en silencio, sin quejas ni lamentos, se centraba en lo que había que hacer y lo hacía...
Con el paso de los años, ya en un equipo de chicas, se fue convirtiendo en una pieza fundamental del equipo, paso a paso fue escalando en el nivel de importancia hasta convertirse en una referente, en una jugadora imprescindible... su talento floreció completamente y su confianza fue creciendo hasta ser sabedora de que su nivel de juego era superior a la media... y todo lo hizo sin alzar la voz, incluso cuando no le gustaba lo que pasaba, cuando no estaba conforme con lo que sucedía, nunca se quejó, siguió trabajando y siguió mejorando día a día... el tiempo le fue recompensando todo ese esfuerzo, siendo cada vez mejor jugadora, ganando trofeos a mejor jugadora (algún trofeo de MVP tiene en casa que así lo atestiguan... bueno, y un par de calcetines jajajajajaja) pero de lo más orgulloso que estoy de ella es de su crecimiento como persona, de su forma de ser y comportarse, de su compromiso con el juego, con el equipo y con el club... una jugadora que no levanta la voz porque sus actos hablan por ella... una jugadora que es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones que vienen por detrás, la demostración de que si te organizas puedes hacer todo lo que te propongas, jugar a baloncesto, entrenar a un equipo de niñas, ir a música y sacar notas excelentes en el instituto... y siendo un 10 en todo.
Como entrenadora no puedo tener más que palabras de elogio hacia su labor, ha conectado con el grupo de niñas y se ha hecho querer de forma rápida... y eso no lo consigue cualquiera.
Felicidades Sandra!!!! A ver si nos vemos pronto que tengo ganas de ver los regalos que nos traes a Iaissa y a mi del viaje... (recuerda, el importante es el mío, el de Iaissa puedes olvidártelo que yo no le diré nada... jajajajajajaja)
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