"Zero. Ese es el número de puntos que anoté durante un verano entero jugando en la Liga Sonny Hill Future en Philadelphia cuando tenía 12 años. No anoté. Ni un tiro libre, ni una bandeja accidental, ni siquiera uno de esos tiros afortunados que, no sabes bien cómo, acaban dentro. Ni esos.
Mi padre, Joe 'Jellybean' Bryant y mi tío, John 'Chubby' Cox, fueron leyendas en la Future League en su día. Mi padre, como un alero de 2,08 y mi tío, como un base de 1,93.
¡Había avergonzado a mi familia!
Consideré dejar el baloncesto y centrarme en el fútbol. Y ahí fue cuando mi respeto y admiración por Michael Jordan empezó a forjarse. Me enteré de que había sido cortado en su instituto como jugador de primer año (freshman); aprendí que él sabía muy bien lo que era sentirse avergonzado, sentir que habías fallado. Pero usó esas emociones para encoraginarse, hacerse más fuerte, no abandonar. Decidí aceptar mi reto igual que hizo él. Transformé mi fracaso en combustible para mantener vivo el fuego competitivo. Me obsesioné con demostrar a mi familia -y lo más importante, a mí mismo- que ERA CAPAZ DE HACERLO.
Se convirtió en una obsesión. Aprendí todo acerca del baloncesto, su historia, sus jugadores, los fundamentos. No sólo estaba determinado a no volver a tener un verano a cero otra vez, estaba dispuesto a infligir la misma sensación de fracaso a mis competidores que, de alguna forma, una vez yo había sufrido. Mi instinto asesino por anotar había nacido.
Veinticuatro años más tarde supero a mi musa.
Qué gran viaje ha sido. Establecer esta marca es un gran honor. Soy consciente del toque de queda del Padre Tiempo. Él me ha enviado a mi habitación a lavarme los dentes antes de acostarme, pero yo no sería yo mismo si no entrara en el baño muy despacio. No sería yo si no actuara como si alguien hubiera escondido la pasta de dientes. No sería yo si no me cepillara cada diente dos veces, y mi lengua tres veces, usar el hilo dental casi hasta que mis encías empiecen a sangrar y enjuagarme con líquido bucal hasta que se entumezca la boca.
No sería el chico que se recuperó después de un cero y no estaría honrando al hombre que me inpiró a afrontar cualquier reto.
Gracias por su amor y apoyo, son muy apreciados, incluso si el villano en mí se niega a reconocelo todo el tiempo.
Mucho amor,
Mamba out"
Por muchos puntos que anote nunca superará a Michael Jordan... así que ya puede seguir anotando puntos sin cesar... solo hubo un Michael Jordan, un Dios del Baloncesto... y todo lo que viene después son simples mortales o a lo sumo semi-dioses.
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