Las piedras angulares del baloncesto:
Trabajo, Esfuerzo y Superación
Cuántas veces hemos acabado un partido pensando ¿porqué sigo? Nadie dijo que el camino de un jugador de baloncesto fuera fácil, requiere muchas horas de trabajo, requiere esfuerzo físico, requiere esfuerzo psicológico, son muchas las situaciones duras y difíciles en la carrera de un jugador, no siempre salen las cosas, no siempre damos el pase donde queríamos, no siempre acertamos en lo que nos pide el entrenador, no siempre entendemos a los compañeros… en definitiva, no siempre el balón entra por el aro y no siempre nos vamos a casa contentos.
Para llegar a ser un buen jugador de baloncesto hay que trabajar, día a día, con ilusión, con esfuerzo, con tolerancia y sobretodo, con muchas ganas de superarse en cada momento. Muchos son los entrenamientos, partidos, experiencias, ratos buenos y ratos malos por los que pasamos los jugadores de baloncesto, pero si lo hacemos, ¿Por qué es?
En mi humilde opinión como jugador, es porque todos necesitamos la sensación de botar, de pasar, de anotar canasta, de recuperar un balón en una buena defensa, de ayudar a un compañer@ cuando lo han rebasado, de coger un rebote, de animar desde el banquillo, de animar desde la cancha, de entrenar, de mirar a un compañer@ y saber que va a hacer justo un segundo después, y necesitamos de la sensación de formar parte de un puzzle en el que sin nosotros o sin el resto de compañer@s nunca sería lo mismo y nada funcionaría… por todo eso y por más sobrevivimos a los malos días; nunca, nunca, hay que dejar de esforzarse, trabajar y superarse porque entonces, perderemos todo ese conjunto de sensaciones al que llamamos BALONCESTO.
Autor: Rafael Lorca
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