1) ser padre o madre, ya que su hijo/a ya tiene entrenador-a.
2) ser siempre positivo: Escuchar, apoyar y motivar a vuestros hijos e hijas antes y después de las competiciones.
3) No juzgar ni evaluar la calidad del entrenamiento, de la técnica o de los resultados delante de los hijos/as.
4) Evitar los regalos por resultados, ya que son totalmente contraproducentes. Ir a cenar fuera, o hacer algo especial después de cada competición, haya salido bien o mal, es una buena idea.
5) Juzgar y controlar el comportamiento y disciplina de sus hijos/as. Estos si son asuntos que les conciernen en su papel de padres.
Hay muchos entrenadores/as que opinan que el mejor padre o madre es aquel que nunca va a los entrenamientos. Personalmente no veo ningún problema en que el padre o madre disfrute viendo entrenar o competir a su hijo/a siempre que tenga el auto-control suficiente para reservar sus opiniones sobre los temas técnicos o de nivel ante su hijo/a.
Nunca debe hablar de "baloncesto" después del entrenamiento en el camino a casa. Si a su hijo/a le apetece hablar escúchele, pero no le evalúe ni le juzgue. No le diga lo que ha hecho mal durante el entrenamiento ni en lo que debería mejorar. Nunca tampoco de información sobre resultados que su entrenador no le ha dado. (es un texto de JAVIER SOLAS)
MI OPINIÓN:
Siempre he dicho y pensado que la labor de los padres en el deporte es muy importante, más si cabe en el deporte femenino donde son fundamentales para que las "olvidadas chicas" en esta sociedad hagan el deporte que les gusta.
Creo que su aportación es fundamental desde el momento en que traen a sus hij@s al pabellón y nos l@s dejan en nuestras manos, las de los entrenadores. A partir de ahí es fundamental que se dediquen a apoyar a sus hij@s cuando las cosas no les vayan bien, que les suban la moral, que les animen, que les apoyen, que tengan siempre una frase de aliento y que dejen la labor critica a quienes corresponden, en este caso a los entrenadores.
Luego cada cual puede hacer lo que le de la gana, esta en los derechos de los padres decirles lo que quieran a sus hij@s y en eso no debe meterse ningún entrenador, faltaría más, en cada casa que hagan lo que crean mejor para sus hij@s.
Pero hay limites que no deben ser traspasados y no es de recibo que ningún padre critique al hij@ de otro cuando acaba un partido o le diga que no ha hecho nada o cosas por el estilo.
Nadie es quien para dirigirse a un@ jugador@ para recriminarle nada de lo realizado en el campo de juego o entrene al finalizar un partido o un entrenamiento. Da igual lo que sea, porque al fin y al cabo los padres traen a sus hij@s a ser entrenados y aleccionados por unos entrenadores, no por otros padres u otras gentes. Porque a los entrenadores les traen sus hij@s para que l@s entrenen y a partir de ahí realicen su labor (mejor o peor) con ell@s y si un padre no esta conforme con esa forma de entrenar lo más seguro es que o vaya a hablar con ese entrenador para resolver el problema o se lleve a su hij@ a otro equipo, club o deporte.
Como entrenador que soy también querría dejar un mensaje a todos l@s jugador@s del club: "No hacer caso de lo que les diga nadie sobre su juego, solo de los entrenadores que les entrenan, entrenadores del club o entrenadores contrastados. A vuestros padres escucharlos pues siempre querrán lo mejor para vosotros, aunque a veces no acierten en sus valoraciones técnicas. Al resto de padres, aficionados u otra gente no les hagáis mucho caso ni en sus criticas ni en sus elogios".
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