Cuando un equipo se conforma con ganar a su rival está condenado al fracaso tarde o temprano. Cuando un equipo no busca ser mejor cada día está cavando su propia tumba. Ganar a un rival puede resultar sencillo dependiendo del nivel que tenga, superarse a uno mismo cada día requiere de voluntad, determinación, coraje, amor por lo que haces. La grandeza de un equipo no está en ganar partidos, está en superarse a sí mismos cada día independientemente de ganar o perder un partido puntual... hay equipos que pierden cada semana su partido y están construyendo un gran futuro, y hay equipos que ganan cada semana cuyo presente les ciega y les lleva por un sendero a un futuro nada halagüeño. No es sólo ganar, es como logras ganar, que mejoras en cada partido, que estás construyendo en tu juego, en tu equipo... No es meter canastas, hacer asistencias o poner tapones... eso son solo números que no sirven para nada. Es saber leer el juego, interpretar el rol que tienes en un momento dado, saber aparecer o permanecer en la espera, dejar fluir el juego y que sea éste el que te encuentre y no forzar situaciones, es saber conectar con los compañeros a cada momento, porque el baloncesto es un juego de equipo en el que el grupo siempre rinde más que la suma de individualidades... Se puede ganar un partido jugando mal, incluso muy mal... y eso quizás nos haga perder la perspectiva de lo que debemos hacer, ese sería nuestro mayor error.
"El inteligente aprende de sus derrotas, el sabio aprende incluso de sus victorias"
No hay comentarios:
Publicar un comentario