Esta temporada ha sido, ante todo, una temporada de aprendizaje, de crecimiento y de ilusión. El equipo Benjamín del CB Oliva ha estado compuesto en su mayoría por jugadores y jugadoras que se enfrentaban por primera vez a la competición federada. Solo cinco de ellos contaban con experiencia previa, lo que ha dado lugar a un grupo muy nuevo, lleno de energía, ganas y mucho margen de mejora.
Con un equipo formado por benjamines de primer año e incluso algún pre-benjamín, el inicio no fue fácil. Sin embargo, el trabajo, la constancia y la actitud de todos ha permitido que el grupo avance de forma notable a lo largo del año. Los jugadores de segundo año han asumido con valentía su rol de líderes, siendo el motor del equipo dentro y fuera de la pista. A su vez, los más pequeños han tenido que adaptarse rápidamente al ritmo competitivo, creciendo a pasos agigantados y sumando una experiencia fundamental para el futuro.
Ha sido una temporada repleta de partidos igualados, emociones intensas y finales de infarto. En muchas ocasiones, los encuentros se han decidido por diferencias mínimas, y aunque algunas derrotas dolieron, han sido esas mismas las que más han enseñado al grupo. Porque de perder también se aprende, y mucho.
Lo más destacable, más allá de los resultados, ha sido la actitud competitiva, el esfuerzo constante y, sobre todo, la unión del equipo. En los momentos difíciles, se han mantenido juntos, apoyándose y dando ejemplo de compañerismo.
Este equipo tiene potencial, talento, ilusión y amor por el baloncesto. Lo tiene todo para seguir creciendo día a día, mes a mes y temporada a temporada. Estamos seguros de que lo que hoy han sembrado, mañana dará grandes frutos. El futuro es suyo, y sin duda estará lleno de victorias deportivas, pero también —y lo más importante— de vivencias y valores que les acompañarán toda la vida.
¡Enhorabuena por la temporada, Benjamines! 💙💙
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