Un partido mucho más igualado de lo que dice el marcador. Fue un partido lleno de altibajos, sin dominador claro, con momentos para ambos equipos, en el que el ritmo fue frenético. Ambos equipos jugaban con el cuchillo entre los dientes, siempre al ataque, siempre con un juego veloz, con algo de locura en muchas fases del encuentro, un ida y vuelta que nos llevaba locos a todos desde la grada, un partido en el que no te puedes despistar ni un segundo, donde siempre pasa algo, donde todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Cuando parecía que dominabamos el rival nos metía varias canastas, cuando parecíamos contra las cuerdas en un suspiro conseguiamos varias canastas con las que coger aire... y así fue todo el partido... fue una locura, pero una locura que acabo bien para nuestros intereses, con un marcador amplio a pesar de no tener el mejor partido... y eso es sintoma de carácter, de cuando las cosas no salen como queremos seguir luchando cada balón, cada jugada.
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