Resumiendo rápido: hacemos lo que queremos cuando queremos. Jugamos a lo que nos da la gana sin tener en cuenta circunstancias del encuentro, ventajas-desventajas. Victoria que esconde todo pero que no engaña a nadie: MERECIMOS LA DERROTA. Y seguramente nos hubiera venido bien perder para tomar conciencia de todo lo que hacemos mal en lugar de buscar excusas, de si el árbitro no ha pitado faltas, etc... nos auto-engañamos y esa será nuestra condena.
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