Primer partido de las infantiles de segundo año. Nos tocaba desplazarnos a jugar a Burjassot y lo hacíamos con bajas en el equipo, pero con los refuerzos de las chicas del infantil de primer año. En total éramos 10 jugadoras, las suficientes para afrontar este encuentro.
El partido lo comenzamos muy bien, con una buena presión y llevando al rival al límite, aunque ellas también nos apretaban lo suyo. Nosotras debíamos imponer nuestra velocidad, ellas su físico. Y en los primeros lances del partido nosotras llevamos la iniciativa en juego y marcador ganando los 3 primeros periodos con parciales de 4-8; 7-9 y 0-7 el marcador reflejaba un 11-24 a nuestro favor. Pero a partir de ahí la dinámica cambia completamente, el rival se crece, nosotras comenzamos a tener problemas para salir de su presión, perdemos muchos balones y nos precipitamos en exceso en los ataques... queremos llegar y tirar, y nos falta acierto, mucho acierto, no seleccionamos bien nuestras opciones y a partir de ahí el rival se va creciendo, cogiendo rebotes y saliendo a la contra de la mano de su jugador número 20, una crack, una jugona que maneja el ritmo del partido a su antojo y a la que no podemos parar por diversas razones, una es que es muy buena y otra es que el árbitro la protege en exceso, hasta 19 tiros libres lanza en el partido, ella sola... y curiosamente con todo lo que presiona y asfixia a nuestras jugadoras no comete ninguna falta en 35 minutos que juega (mejor dicho, no se le señaliza ninguna falta, porque faltas si que hace...) pero la culpa no la tiene ella, que repito es muuuuuuy buena, una jugadora que da gusto ver jugar, la culpa es de quien le da esa bula y ese es el que lleva el silbato en la boca.
No. No perdimos por culpa del arbitraje. Perdimos porque no hicimos las cosas bien. Desde el cuarto periodo el rival ganó todos los parciales: 11-2; 3-0; 6-4; 6-5; 7-6... en el último periodo íbamos ganando de 4 puntos tras una canasta de Blanca a falta de 50 segundos... pero a su canasta nos responden rápido con otra canasta que les dejan con ventaja. Nos toca atacar y hacemos una muy buena jugada, pero el balón se nos sale de dentro de la canasta, era la jugada de la victoria, pero no... no entra y el rival monta una contra, llegamos rápido a la defensa, hacemos un 2x1 a la jugadora de balón en su penetración y el árbitro pita falta... una de esas de las que han habido 20 en el partido pero que curiosamente solo señaliza cuando es la número 20 la que entra a canasta... la falta es, y hay que pitarla, nada que decir de esa decisión... y con 2 puntos abajo la jugadora tiene la sangre fría para meter los 2 tiros libres y llevar el partido a la prorroga.
En la prorroga las rivales comienzan como una moto, pletóricas de confianza tras llevar el partido a la prorroga cuando parecía que lo tenían perdido parece que vuelan y nos meten 2 canastas en menos de un minuto... intentamos reaccionar pero el rival juega mucho mejor que nosotras estos minutos y con un parcial de 15-6 se llevan una justa victoria para ellas. Nosotras debemos aprender a ser más duras, más regulares, más consistentes y a jugar con más cabeza. Hemos tenido momentos muy buenos, y debemos quedarnos con eso y aprender a que esos momentos sean más duraderos en el tiempo.
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