Nos tocaba visitar el campo del Gandia, un campo que siempre se nos complica. Esta vez jugamos en la pista al lado del río (o lo que queda de río, que tiempos aquellos en los que bajaba gran cantidad de agua por el Serpis... bufff, uno ya tiene muchos años al parecer)... el partido lo comenzamos muy concentrados, atentos, intensos en defensa y jugamos con una gran determinación, parcial inicial de 0-11 que podría haber sido aún mayor de estar acertados en varias entradas y tiros cortos que se nos salen por poco... al final del primer periodo el marcador es de 2-11. En el 2º periodo empezamos a bajar el nivel defensivo, el rival se encuentra más cómodo, empezamos a fallar más de lo normal, ellos se hacen fuertes en defensa y nosotros comenzamos a precipitarnos demasiado... 4-5 para nosotros... la situación no mejora en los siguientes periodos, 4-3 y 5-7 antes de llegar al descanso, donde el marcador de 15-26 es lo mejor que tenemos. Tras el descanso nada mejora, al contrario, el equipo entra en una fase de descontrol total, la defensa hace aguas y en ataque se abusa del tiro, no somos agresivos cara a la canasta (intimidados por las torres rivales), parciales de 8-2 y 5-2 que aprieta el marcador a un 28-30 muy peligroso e incierto, además de estar en una dinámica de juego que no genera ninguna confianza. Parcial de 4-5 en el séptimo periodo... 32-35 y todo por decidir en el último periodo. Es la hora de la verdad, todo por decidir, el rival crecido y con hambre... y el equipo sale enchufado, con ganas de demostrar que son mejores y en menos de 2 minutos logramos un 0-7 que nos pone 10 puntos arriba (32-42), el rival intenta reaccionar pero ya llega tarde, al final 35-43. Victoria basada en 1 primer periodo pletórico y donde el resto del partido no hemos cuajado nuestra mejor versión, todo lo contrario... mucho que mejorar.
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