Páginas

martes, 15 de agosto de 2017

Allen Iverson... The Answer

Iverson llegó a la NBA para cambiarla... tras destacar en su etapa de instituto con su gran talento y destacar en Georgetown aterrizó en la NBA como un remolino que se llevaba por delante todo aquello que se interponía en su camino... en su primer año ya dejó su huella y se convirtió en el Rookie del Año... su irrupción fue un auténtico BOOM... la NBA estaba acostumbrada a otra cosa, a la elegancia y la formalidad... y llega un chico de 1,83 metros, con tatuajes, trenzas, sus cadenas, pantalones anchos colgando... todo lo contrario que Michael Jordan, el mayor ícono de la historia del deporte... y aún así, siendo su antítesis, fue un producto (todos los jugadores de la NBA lo son) muy comerciable... porque aunque todos queríamos ser como Jordan no todos podían serlo... todos no podemos ser el chico ideal... y si no podemos ser el chico modelo, el bueno de la película... ¿Qué mejor que ser el chico rebelde? 
Fue MVP de una temporada en la que llevó a los Sixers a una final que perdieron contra los Lakers de Shaq y Kobe por 4-1... pero es que los Sixers eran un solar en el que sólo estaba Iverson, todo lo que le rodeaba eran jugadores con roles muy definidos que no destacarían en ningún equipo top aspirante al anillo. Posiblemente esa haya sido una de las mayores gestas de un jugador a lo largo de la historia de la NBA, llevar a ese equipo a la final... para quitarse el sombrero. Fue 4 veces máximo anotador de la liga, además de estar en los mejores quintetos, ser casi un fijo del All-Star.
¿Qué es lo que enganchaba a la gente a idolatrar a este jugador? tenía un talento descomunal, una velocidad endiablada, coraje y no tenía miedo a enfrentarse a los mejores jugadores de la NBA, mítico el crossover que le hizó a Michael Jordan, era como decir "Estoy dispuesto a arrebatarte el trono"... y aunque no lo consiguió lo importante, lo que le diferenciaba de la mayoría, era su mentalidad provocadora y ganadora, era la pasión con la que jugaba la que enganchaba al aficionado, era esa determinación de jugar de tú a tú contra los mejores, era ver a un jugador de 1´83 metros encarar la canasta contra tipos que le superaban 20-30 centímetros sin miedo a nada. Para muchos es el mejor jugador libra por libra que ha pisado la NBA, un jugador que con 15 cm más (lo mismo que Jordan) posiblemente hubiera dominado la NBA unos cuantos años... además de haber estado mejor acompañado en sus equipos cuando estaba en su cenit. No ganó ningún anillo, como tantas y tantas otras leyendas del baloncesto, pero se ganó el favor del público, el cariño de la gente, sobretodo de la más desfavorecida, de aquellos que no tienen opciones reales en la vida que vieron en él a uno de los suyos luchando por triunfar en el mayor espectáculo del mundo. Un jugador que hizo temblar los cimientos de la NBA hasta tal punto que se vieron obligados a implantar una norma de vestimenta para todos los jugadores, que por supuesto nuestro chico se encargo de no cumplir... Así era él, un jugador que no podías sujetar bajo normas ni reglas, un jugador hecho así mismo, por eso daba miedo a los grandes jefes del cotarro y por eso era el modelo a seguir de las clases bajas. Iverson no ganó el anillo, cierto, pero la NBA, para bien o para mal, ya no volvió a ser la misma y fue como consecuencia de su forma de ser y comportarse... fue el líder de toda una generación.




- “Es cierto, hay unas cuantas mierdas en las que debo mejorar pero eso le pasa a todo el mundo. Pero vosotros no habláis de los demás, solo habláis de mi. ¿Y por qué, porque ganó mucho dinero?”
- Porque eres el MVP…

- ¿Y eso qué significa? Soy el MVP y tengo que preocuparme por rumores de traspasos. Soy el MVP, el MVP de esta liga. Eso quiere decir el mejor jugador de baloncesto del mundo, yo recibí el MVP. El mejor jugador de baloncesto del mundo… y tengo que pasar por esto cada vez que pierdo. No puedo ganar a todos siempre. Soy humano. Soy igual que vosotros. Quizá vosotros seáis mejores a vuestros ojos o a los de la gente que os quiere pero al fin y al cabo solo sois humanos, como yo, ¿no? No sois diferentes. Sangráis igual que yo sangro, lloráis igual que yo lloro, hacéis daño igual que yo hago daño. Pero yo soy Allen Iverson, a mí se me paga por jugar al baloncesto”.

Para ver imágenes de él entrar en: Allen Iverson imágenes

No hay comentarios:

Publicar un comentario