Acudíamos al partido con algunas bajas, pero eso ya es algo normal, este año entre unas cosas y otras no estamos teniendo nada de suerte... además cuando solo llevábamos un periodo y medio tenemos que detener el encuentro debido a la lluvia que cesa y podemos reanudar el encuentro 15 minutos más tarde... el tiempo esta temporada tampoco nos esta ayudando a los equipos... El partido es monocolor, y ese color es el naranja de Piles que impone su ritmo de juego y su mayor tamaño desde el principio hasta el final del encuentro... nosotros no salimos muy bien, parece que estamos acobardados o impresionados por el tamaño de los rivales, como si fuera la primera vez que jugamos contra ellos y nos vemos desbordados desde el principio, sin poder salir a duras penas de nuestro campo de defensa, perdiendo balones y sin arriesgar en el juego con balón... con el paso de los minutos esa sensación va desapareciendo, empezamos a jugar con mayor valentía, con mayor descaro y empezamos a salir con relativa comodidad del campo de defensa para llegar a la zona de ataque y buscar la canasta, una canasta que se nos resiste mucho y que no conseguimos hacer hasta realizados unos cuantos, muchos, tiros... pero es demasiado tarde para competir por la victoria, pero nunca para competir por hacer las cosas mejor y es ahí donde debemos incidir, en hacer las cosas cada vez mejor y no dejarnos superar por las circunstancias por muy adversas que sean.
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