Nos tocaba jugar contra el líder destacado del grupo... un equipo físicamente muy superior a nosotros... el partido duro 5 minutos... 9-8 en ese momento a nuestro favor... a partir de ahí el rival fue imponiéndose de forma paulatina y clara... intentamos hacer las cosas lo mejor posible, pero no dimos con la tecla... tuvimos momentos esporádicos de buen juego, pero eran escasos y sin el acierto necesario y eso nos llevó a precipitarnos, acelerarnos más de lo debido y el rival sacó rédito de ello. Lo que no me gustó nada fueron los reproches entre jugadores, como si alguno estuviera libre de fallar... para poder jugar como equipo debemos comportarnos como tal... no deben de haber reproches entre compañeros y si ánimos y aliento, apoyo y comprensión, solidaridad y unión... cuando nos comportemos así las cosas nos irán mejor. Hay mucho que trabajar, la temporada no ha finalizado, queda mucho camino por delante y tiempo para hacer algo positivo... pero eso depende de que todos vayamos unidos de la mano. No sobra nadie, nos hacen falta todos.
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