Dentro de los fundamentos individuales ofensivos, la actividad que realiza el jugador sin balón, es de vital importancia de cara a la consecución de los objetivos ofensivos.
Pero, ¿cuáles deben ser los objetivos de un jugador sin balón? Si seguimos los trabajo de Jordane, podemos señalar los siguientes objetivos:
* Desmarcarse
Trabajar para lograr una posición ventajosa para poder recibir el balón y encadenar una posterior acción ofensiva. Además de esta posible recepción, su actividad debe permitir la mejora constante de la línea de pase.
* Dividir la defensa
"Jugar" con su par defensivo es esencial en el juego ofensivo actual. El atacante debe ser agresivo para fijar constantemente a su par defensivo para evitar que fije la atención en el jugador con balón.
* Ocupación de espacios.
Moverse de forma colectiva para permitir la una relación estable de juego respecto al balón y el resto de compañeros. Asegurar un buen balance defensivo, un equilibrio en el rebote y permitir un juego dinámico y racionalmente espaciado, son claves esenciales en el juego del jugador sin balón.
Para que un jugador alcance estos objetivos como elementos tácticos individuales, se debe trabajar de forma consciente y bien planificada.
El entorno de juego para el jugador sin balón, es muy cambiante; ya que interactúa con los compañeros de forma positiva y, negativa con respecto a sus adversarios. Todo ello en un mismo espacio de actuación y en la que cada estímulo recibido debe ofrecer una respuesta motriz adecuada.
Estos estímulos deben planificarse adecuadamente de forma racional y progresiva en las sesiones de entrenamiento para que sea capaz de extraer la información adecuada y pueda procesar una respuesta motriz óptima y eficaz para el ataque.
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