Páginas

jueves, 7 de febrero de 2013

Carta al jugador conformista, por ADRIÁN ARBOLEYA


¿Eres consciente de el tiempo que llevas jugando al baloncesto?, si estas leyendo esta carta significa que posiblemente lleves años jugando, o que quizás no sólo es que lleves mucho tiempo practicando el baloncesto, sino que posiblemente sigas jugando o relacionado con este deporte durante muchos más.
Piensa en todo este tiempo y tradúcelo en el número de semanas, días y horas que has pasado en contacto con un balón y una canasta, y que te han llevado hasta donde estas ahora. En realidad dentro de nosotros hay mucho más baloncesto del que somos generalmente conscientes, lo que pasa es que a diario nos vamos dejando llevar y no nos paramos a pensar
¿Cuándo alguien puede o debe dejar de aprender o mejorar?

NUNCA

Así de sencillo, nunca. De hecho el camino que recorremos es una constante búsqueda del aprendizaje en el que o se descubren cosas nuevas, o se mejoran detalles sobre las cosas que ya sabes, o incluso a veces tenemos que olvidarnos de lo que ya sabemos para volver a empezar desde cero. Socrates dijo “Sólo sé que no sé nada”. Nunca pierdas la capacidad de interesarte por cosas nuevas que te enseñen o expliquen.
Si no hubiese que seguir aprendiendo o mejorando… ¿qué hacen los jugadores profesionales entrenando? ¿para qué tienen entrenadores? ¿no se supone que ya lo deberían saber todo?
Aprovecha al máximo el tiempo que estés en la pista para pensar en el juego, éste es un deporte para gente inteligente. Trata entender lo que pide y explica tu entrenador, e incluso analiza e imita las cosas que hacen bien tus compañeros, sé capaz de ayudarles, y entenderles también en los momentos que se equivoquen. Lo bonito de este deporte es el contraste que hay entre lo sencillo y lo complejo que se puede llegar a convertir, todo depende de donde pongas tu límite. Siempre hay algún detalle nuevo por descubrir.
Tu nivel de intensidad y concentración tiene que ser el máximo posible en cada momento, esta claro que no podemos ser robots y que todos tenemos días buenos y malos, lo que no podemos es esperar a que llegue alguien que constantemente tenga que estar motivándote, pinchándote o gritándote, para que tu empieces a hacer, lo que deberías a hacer por ti mismo.
No llegar a jugar a nivel profesional no significa, dejar de esforzarnos día a día y tratar de aprender cosas nuevas y mejorar en lo que ya se nos da bastante bien. Esa búsqueda de la mejora debería ser algo constante en tu vida. Es una de las cosas bonitas del baloncesto, que sin darnos cuenta nos prepara, moldeando nuestro carácter, ayudándonos a adquirir hábitos y valores que nos serán muy importantes para el resto de nuestras vidas, sea lo que sea a lo que nos dediquemos.
El próximo día, un instante antes de que vayas a dar el paso para entrar en la pista de baloncesto, párate y piensa en esta carta, decide como vas a aprovechar el tiempo en la pista, y recuerda que el siguiente paso que des puede que suponga un cambio radical no sólo en tu manera de jugar al baloncesto, sino en tu actitud ante la vida.
Un abrazo

Autor: ADRIÁN ARBOLEYA

No hay comentarios:

Publicar un comentario