Seis Euroligas adornan el currículo de Zeljko Obradovic (Cacak, 1960), el entrenador más laureado de la historia del basket europeo. El técnico del Panathinaikos atiende telefónicamente a MARCA desde Atenas, donde su equipo hizo añicos el favoritismo del Barça. El serbio ve a sus ex del Madrid como un equipo de futuro y no entiende la marcha de su colega Ettore Messina.
En España se veía al Barcelona como un equipo casi invencible, pero �su� Panathinaikos, incluso con factor cancha en contra, ha demostrado que no lo era.
Ganar al Barcelona era muy difícil porque no sólo era el favorito en nuestra eliminatoria, sino el gran favorito para ganar por segundo año consecutivo una Euroliga que, además, se jugaba en su ciudad. Nosotros preparamos hasta el más mínimo detalle tras ver con mis ayudantes todos sus partidos de Euroliga y la mayoría de los de ACB, y mis jugadores, que al final son los que saltan a la cancha, estuvieron magníficos.
¿Cómo los mentalizó para afrontar el �playoff� ante el campeón de Europa?
Lo más importante era convencer a mis jugadores de que teníamos posibilidades de eliminar al Barcelona, por eso hablé de forma individual con cada uno de ellos y luego en grupo. Luego, tras perder sólo por un punto el primer partido, tomaron más conciencia de ello. Cuando se cree en algo todo es posible.
¿Está de acuerdo con quienes opinan que dio un baño táctico a su colega Xavi Pascual?
Yo admiro a Pascual como entrenador, porque sé lo mucho que prepara los partidos con sus ayudantes. Todos intentamos que nuestros jugadores lleguen lo mejor posible y luego unas veces sale bien y otras, no tanto. En nuestro caso, preparamos el partido aprovechando la calidad de nuestros jugadores, viendo qué cosas podíamos utilizar contra ellos. Cada jugador sabía lo que tenía que hacer y lo hicieron bien. Estoy orgulloso de ellos.
El trabajo defensivo de su equipo sobre Navarro fue absolutamente impecable.
Navarro es un jugador muy importante para el Barcelona, pero no puedes ganarlos parando sólo a Navarro, porque tiene calidad suficiente en todos los puestos para ganar sin él.
¿Sabía que el Barça presionó con éxito a la Euroliga para que en el cuarto partido no les pitase Taurino, el designado, y en su lugar lo hiciese Lamonica?
Leí algo en algunos periódicos, pero no voy a hacer ningún comentario sobre ello. Creo que la Euroliga es una competición muy seria y en el cuarto partido pudimos ver un gran arbitraje, como en toda la serie. Desde que empezó la temporada prohibí a mis jugadores hablar de los árbitros y yo tampoco voy a hacerlo.
Con 51 años ha ganado ya seis Euroligas. ¿Qué se siente al ser el mejor entrenador europeo de la historia?
Sólo puedo decir que estoy muy feliz y que hago un trabajo que me encanta. En la eliminatoria contra el Barcelona algunos periodistas me preguntaron si estaba nervioso, algo que me hizo reír, porque cuando más disfruto es con partidos así. Trabajo toda la temporada para poder disputar partidos de esa importancia. ¿Cómo voy a estar nervioso o a sentir presión por ello?
¿Cuál es el secreto del éxito?
Hay que plantearse cada temporada olvidando las anteriores, porque siempre llegan jugadores nuevos y salen otros. Lo más importante es que tanto los jugadores como el entrenador sigan una misma línea. Si hay dudas de un lado hacia el otro o viceversa, es más difícil trabajar. Al principio de cada campaña dejo claro a mis jugadores que el equipo está por encima de cualquier cosa, incluso de mí, que soy el entrenador.
¿En baloncesto es más determinante que en el fútbol el presupuesto de un equipo?
Sí. En baloncesto necesitas contar con los mejores jugadores posibles si quieres ganar, pero no basta con esto, porque si pierden el hambre todo es más difícil. Por mucho que digamos los entrenadores, son los jugadores quienes deciden los partidos. Yo estoy orgulloso de los míos, porque tienen hambre y me lo demuestran cada día.
¿Quiénes fueron sus maestros en el banquillo y de quién tomó las mejores lecciones?
El profesor Nikolic ha sido la persona más influyente en mi carrera, pero también Ivkovic como entrenador y como persona.
¿Es posible seguir aprendiendo algo de otros entrenadores?
Sí, cada día se aprende algo nuevo, en cada entrenamiento y en cada partido se descubren cosas. Si piensas que lo sabes todo, al día siguiente estás muerto. Eso mismo se lo digo yo a las grandes estrellas, que también se pueden aprender muchas cosas de los compañeros.
Los entrenadores serbios siempre han tenido fama de ser ultra defensivos, pero en el baloncesto moderno sin defender bien no se ganan campeonatos.
Una cosa es la fama y otra la realidad. En cuartos y en los últimos partidos del Top 16 hemos metido más puntos que el Barcelona, para muchos el equipo más ofensivo de toda Europa. A todos los entrenadores nos gustaría que nuestros equipos defendiesen, corriesen el contraataque y anotasen canastas fáciles, pero esto no siempre es posible.
¿Por qué la NBA nunca le ha atraído? ¿Por su juego?
Es otro mundo. Tengo muchos amigos en Estados Unidos y les deseo lo mejor. También de ellos aprendemos, pero yo estoy muy contento aquí, me encanta la vida europea.
El baloncesto universitario norteamericano le gusta más.
Sí, es más parecido al Europeo. Esta noche �por ayer� veré la final. Me encanta el baloncesto universitario, pero los últimos años también sigo con interés los playoffs de la NBA, donde los entrenadores trabajan hasta el más mínimo detalle.
¿Es favorito el Panathinaikos en la semifinal ante el Siena?
He participado en 11 Final Four y es muy difícil hablar de favoritos, porque todos los que van quieren ganarla. Queda un mes y es pronto para decir qué puede pasar, porque puede haber lesiones. Nosotros intentamos recuperar a Maric y vamos a estar dos semanas sin Nicholas.
¿Qué le pareció el desconcertante primer partido de los italianos ante el Olympiacos, en el que llegaron a perder 53-9 en el minuto 24?
Perder por 20, 30 o 50 en una serie así no cuenta. Cuando eso ocurre es fácil hacer borrón y cuenta nueva. Es más jodido recuperar a la gente cuando has perdido por uno o por dos puntos, porque la frustración es mayor.
La otra semifinal la disputará el Maccabi ante el Madrid o el Power Electronics. ¿Tiene alguna preferencia en esta serie?
No he visto ninguno de sus partidos. El Madrid juega en casa, pero no sé si esto es una ventaja en la Euroliga, donde hemos pasado nosotros, el Siena y el Maccabi, que fuimos segundos. El quinto partido será igualado.
¿Cómo está viendo al Madrid?
Tiene muchos jóvenes y parece más sólido que en anteriores campañas. Es un equipo de futuro. Ettore ha hecho un gran trabajo.
¿Le sorprendió la dimisión de Ettore Messina?
No tengo ni idea de por qué se fue. Hablé con Molin, que fue ayudante mío en Treviso, para desearle suerte, pero aún no sé por qué Ettore tomó esa decisión después de perder un partido que no tenía importancia.
Por el banquillo blanco han pasado ocho entrenadores en 15 años, entre ellos algunos de los mejores de Europa, como usted, Scariolo, Maljkovic o Messina, sin embargo, ninguno ha echado raíces. ¿Sabe por qué?
Si un club aspira a algo necesita dar continuidad a su entrenador. El Madrid tiene la presión de los grandes de ganar siempre y si no lo haces te largan, pero no debería ser así. Los técnicos necesitamos tiempo, porque los milagros no pasan todos los días.
Hace 15 años que su ex equipo no juega una �Final Four�.
Sí, son demasiados. Ahora tienen la oportunidad de volver.
La llegada de Pesic sí que le ha cambiado la cara al Power
Tienen un nivel muy alto Casi todo lo que ha hecho el Power esta campaña es mérito suyo.
En Valencia juega un junior de 44 años llamado Middleton al que usted conoce muy bien.
Es un gran profesional y un gran amigo. Batiste juega así ahora en parte por él, nos ayudó mucho. Darryl es un crack.
¿Tiene Zeljko fijada una fecha de caducidad en los banquillos?
No me lo planteo. Seguiré mientras siga disfrutando.
¿Volveremos a verle algún día dirigiendo a un club español?
España es un país maravilloso al que amo. Tengo muchos amigos allí, trabajé muy a gusto en Badalona y en Madrid e incluso tengo una casa cerca de Barcelona, pero ahora mismo soy muy feliz en Grecia y en el Panathinaikos, donde tengo dos años más de contrato. Aquí lo tengo todo.
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