jueves, 1 de febrero de 2018

Pablo Laso se pone a 500


Pablo Laso cumple 500 partidos al frente del Real Madrid de Baloncesto... sólo Lolo Sainz ha dirigido más partidos del club blanco en toda su historia... nadie lo hubiera dicho el día que llegó a la nave blanca... muchos le dábamos dos telediarios, lo veíamos como un nombre más en la larga lista de entrenadores que por ese momento trituraba la sección de baloncesto... una sección que no fueron capaces de reconducir al éxito ni Maljkovic, ni Messina... dos de los entrenadores más laureados y reputados del baloncesto europeo... ¿Qué iba a hacer entonces un hombre sencillo como Pablo Laso?

Poca cosa cabía esperar de su andadura por el banquillo merengue... pero ese primer año ya nos dio una alegría... consiguió ganar la Copa del Rey 19 años después de la última... y lo hizo en casa del todopoderoso Barça, ante el eterno rival y con toda la afición en contra... como siempre nos pasa en la Copa del Rey, da igual donde juguemos que así es... todas las aficiones se unen en contra del Real Madrid, es el precio a pagar por ser el mejor club de España.

La final de la ACB se nos escapó, deberíamos haberla ganado 3-1... dominamos todos los partidos pero se llegó con un 2-2 y en el 5º partido en el Palau no se pudo obrar el milagro, fueron superiores a nosotros... hubiera sido apoteósico ganarle los 2 títulos al Barça en su campo. Pero a pesar de la derrota se vio un cambio de tendencia en ambos equipos: el Barça ya no dominaba como antes, ya no jugaba con nosotros como juega un padre con su hijo, ya no nos toreaba y nos aniquilaba sin mancharse el traje.

En su segunda temporada no se pudo repetir la victoria en la Copa pero se ganó la Liga, esta vez si... y lo hizo siendo superior al Barça en todo momento... el sorpaso ya estaba dado...

¿Y al tercer año? ¡¡¡lo máximo!!!... la triple corona: copa-liga-euroliga... el año perfecto, campeones de todo. Y haciéndolo jugando un baloncesto que enamoraba. 

En los dos siguientes años caerían 2 copas del rey y una liga más... además de eso las supercopas y la intercontinental... un palmares envidiable, 13 títulos en 5 temporadas... no está nada mal... y más viniendo de donde se venía, de una travesía en el desierto con apariciones escasas de algún pozo en el que bañarnos los labios con las mieles de la victoria pero sin saciar nunca el apetito.
 
Pero el mayor mérito de Pablo Laso no ha sido ganar... ha sido el como se ha ganado... su mayor triunfo ha sido enganchar a la afición, volver a llenar el Palacio, volver a hacer disfrutar a la afición de su equipo... como bien recordaba Pablo Laso en una entrevista su momento de más orgullo fue cuando perdiendo 3-0 el play-off de Euroliga contra el Fenerbache de Obradovic (el maestro de maestros) que le hubiera dado paso a la Final-Four el pabellón despidió al equipo entre aplausos... ¿Cuándo se ha visto algo así? Pocas veces... y menos en un club como el Real Madrid que está construido para ganar, para vencer, para conquistar... pero el publico fue justo con su equipo, con unos jugadores que lo habían dado todo por su escudo, por la camiseta, por el baloncesto... y habían perdido, sí... pero se habían dejado el alma en la pista... y eso es algo que la afición merengue siempre reconoce... somos muy fans de los jugadores que se dejan el alma en el campo... por eso jugadores como Tomic (un súper clase técnicamente) no enganchan a la afición, porque nos gustan los jugadores de carácter, de lucha, de entrega, de sacrificio... jugadores que se comprometan con el escudo que representan y que no lo mancillen...
 
Pero en este Real Madrid no es todo garra y sacrificio... hay mucho talento y el talento siempre gusta de ver, sobretodo cuando no está maniatado a esquemas rígidos y que mecanizan el juego como si fueran máquinas. Nos gusta ver un juego libre, rápido, veloz, de ida y vuelta continua... como toda la vida... ese ha sido el estilo del Real Madrid de las viejas glorias y ese estilo es el que recupero Pablo Laso para el Real Madrid del Siglo XXI... y no era fácil en un baloncesto europeo más centrado en las defensas, en las no perdidas de balón, en ataques organizados y estructurados donde se penalizaba el mínimo error... y en eso este Real Madrid ha sido un transgresor, ha revolucionado el baloncesto europeo... un equipo que ha corrido riesgos (con cabeza), que se ha mostrado valiente (que no temerario) y que se ha convertido en un modelo a imitar por otros clubs.
 
Muchos dirán que es fácil con buenos jugadores... sí, es más fácil con buenos jugadores que con no tan buenos... pero muchos piensan que con ponerlos en pista es suficiente: los sueltas y que hagan lo que les de la gana. Error, no es así. El baloncesto es mucho más complejo que eso, y cuando se habla de un juego libre donde el jugador es el principal protagonista del juego no se está hablando de un juego anárquico. Para que pueda haber libertad de acción el sistema debe estar muy bien entrenado y trabajado, necesita el conocimiento de todos los jugadores, necesita que haya química y entendimiento entre todos sus hombres y solo a partir de ahí, de todo ese trabajo que no se ve pero que debe ser gigantesco, es cuando los jugadores de más talento sobresalen. A veces es tanto el nivel de los jugadores que nos cuestionamos la valía del entrenador "normal, con esos jugadores ganaría hasta yo"... pero la gente no es consciente de que para llegar a ese punto, en el que el jugador pueda sobresalir, se ha tenido que trabajar mucho en crear un sistema que les ayudé a ello, un sistema con sus normas, sus espacios, sus tempos... siguiendo siempre una filosofía marcada por el entrenador...
 
Hoy cumple 500 partidos Pablo Laso... no sabemos cuantos más cumplirá en el banquillo del Real Madrid, porque los entrenadores viven constantemente en la silla eléctrica y los resultados son los que mandan y dictaminan sentencia... pero lo que es seguro es que su figura forma parte de la historia del Real Madrid... un equipo que bajo su mandato ha escrito algunas de las páginas más bonitas del baloncesto merengue... y por ello siempre habrá que estarle agradecido (sin que por ello en alguna ocasión se le pueda criticar... siempre y cuando sea desde el respeto y argumentando con conocimiento y no despotricando como les gusta a hacer muchos aficionados).


Pablo Laso es el triunfo del hombre sencillo, de la humildad y del trabajador que sabe capear con naturalidad el temporal cuando vienen mal dadas, sabedor que con paciencia, creyendo en lo que se hace, entusiasmo y mucho trabajo al final el éxito está a la vuelta de la esquina... aunque en ocasiones todo dependerá de que la bolita quiera entrar o no.

 







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