miércoles, 5 de abril de 2017

Nocioni: carta de despedida

"Después de tantas batallas he decidido dejar de reventar la botella de agua contra el piso cada vez que me sustituyen, mojando a compañeros, asistentes y plateístas de primera fila. De tirar toallas, de patear bancos, de insultar al aire. He decidido madurar, señores. Me cansé de discutir co los árbitros por fallos que nunca sabremos si fueron erróneos. No quiero que me cobren más faltas técnicas ni tampoco volver a pagar gimnasios o cenas de equipo a cuenta de mis multas. Debo progresar. Lo he meditado lo suficiente. Basta de pelear con rivales, basta de noches sin dormir por victorias con angustia o derrotas que son puñales. Se terminó… Pretendo mejorar mi conducta, mis hábitos. Y como tengo claro que no podré cambiar mi temperamento jamás, ME RETIRO. Me voy antes de que me echen".

"Viví como jugué. Fui siempre honesto y entregué mi corazón en cada club en el que estuve; todos los días, todas las prácticas, todos los partidos. Dejo el básquet de la manera en que yo quiero dejarlo: compitiendo en el más alto nivel de Europa y en un club de máxima jerarquía mundial".

"En el camino he cumplido muchísimos sueños. Sueños que ni me imaginaba concretar cuando comencé a jugar en el Ceci de Gálvez. Yo tenía como aspiración máxima llegar a Europa y no solo lo concreté sino que además sumé una etapa en la NBA. No quiero ponerme nostálgico en esta carta, pero es imposible no mirar en retrospectiva y sorprenderme tirando en un arito todo roto de mi ciudad. Llegué más lejos de lo que esperaba. Compartí camiseta con alguno de los mejores jugadores del mundo. Y me enfrenté a muchos otros de los que veía en fotos. Me descubrí en lo más alto de un podio olímpico con la camiseta que más quise, en una tarde que jamás olvidaré. Grité, sufrí, festejé, lloré: crecí. Nunca me entregué. Ni en los peores momentos, que por supuesto también los tuve".

"Debo agradecimiento a muchísimas personas. A mis hijos en primer lugar, que se bancaron tantos cambios de hogar, viajes y ausencias. A mis seres queridos, obviamente: los de mi familia y los de la familia de mi esposa. A distintos compañeros, entrenadores, preparadores físicos, cuerpos médicos. A los árbitros, que con seguridad organizarán una fiesta mañana mismo. A mis agentes. A los amigos que felizmente coseché en cada sitio en el que estuve. Pero sobre todo le debo agradecimiento especial, o absoluto, a mi esposa Paula. Ella fue quien me acompañó durante todo el recorrido, quien me contuvo, me abrazó y me levantó las veces que estuve caído. Yo no estuve solo. Solo no hubiera podido".

"Por último, valorar a todos los clubes que me cobijaron en Argentina, España y Estados Unidos. A la Selección, por el enorme orgullo que me generó representarla durante más de 15 años. A la gente de Vitoria (¡cuántos recuerdos de momentos mágicos!) y a la de Madrid, que me demuestra su cariño día a día. En estos meses por delante daré lo mejor de mí, como siempre, para ganar la Euroliga y la temporada de ACB. Sería una despedida perfecta. Y la última oportunidad de robarme una red".

"Hasta acá hemos llegado, amigos. Ha sido un camino largo, repleto de piedras, luces, empeño y también grandes satisfacciones. Pero de algo estoy seguro: valió la pena transitarlo".
Mi humilde opinión:
Creo que no me equivoco si digo que ha sido uno de los jugadores que más nos ha marcado en menos tiempo... y lo ha hecho porque se ha dejado la piel y el alma por el equipo, por el escudo que representa... un jugador que es todo corazón y coraje, un luchador, un superviviente, un ganador... un jugador de raza, con carácter... un jugador que siempre lo da todo en la pista y al que a veces su temperamento le ha jugado alguna mala pasada... pero yo quiero a este tipo de jugador siempre en mi equipo... no solo por lo bueno que es y el talento que atesora, que es enorme... lo quiero por lo que transmite, por lo que contagia al resto del grupo... es un líder, dentro y fuera de la pista y esos jugadores son los que realmente convierten a un equipo en campeón, son los que marcan la diferencia... estamos hablando de uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto argentino... con él se marcha uno de los últimos jugadores de su generación de oro... una generación con la que nos hemos enfrentado en multitud de ocasiones y que han hecho que nuestros triunfos (y los suyos) tengan un valor añadido... Nocioni es una leyenda y un mito viviente... un referente en el que deben de mirarse las nuevas generaciones... un ejemplo de superación y compromiso total... le vamos a echar mucho de menos, no sabemos aún cuanto... su gran valor lo reconoceremos cuando ya no lo tengamos con nosotros... como pasa siempre... 
GRACIAS POR TODO LO QUE HAS DADO AL BALONCESTO!!!

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