lunes, 17 de junio de 2013

SOBRE ÉXITOS, FRACASOS, DESPEDIDAS Y FÚTBOL


El camino que recorres mientras persigues un sueño suele ser más bonito que la consecución de los propios sueños. Seguro que Mourinho está de acuerdo con esta frase. Pero los logros, pequeños y grandes, se disfrutan más con tu gente, en compañía. “Ame a sus jugadores o resígnese a perder el partido” leí hace tiempo. Cuando tienes el apoyo de tu gente todo es más fácil. Esto se consigue de una manera más fácil cuando tu gente tiene tu apoyo, tu comprensión, tu respeto.
Celebrar el éxito es una parte muy importante del éxito. Soñar con él es todo. La celebración no cabe otra que sea en compañía. Los sueños en la soledad. Cuando empezaba en esto El Maestro me repetía con frecuencia que “en casa, sobre la pizarra, soñando, en soledad,  he quedado varias veces campeón del mundo”.
De vez en cuando estos sueños se hacen realidad y son difíciles de digerir, de asumir, de refrendar.  Los sueños requieren de otros, de su apoyo, de su esfuerzo, de su respeto al tu trabajo, de su comprensión y pasión.
Aunque no dejo de pensar que el disfrutar de recorrer el camino que lleva al sueño, el disfrutar del paisaje, esperar la gloria, llena más tu vida que la consecución del mismo sueño, nunca hubiera pensado en nuevos sueños antes de disfrutar del lograda con mi gente como creo que ha hecho y está haciendo  Mourinho. El nunca ha sido estético, pero si leal y ahora era sólo cuestión de esperar.
Ahora llega el final de las temporadas, ahora que llega el momento de muchas despedidas,  ahora que se pone fin a muchos recorridos en compañía, viene a mi cabeza con más fuerza la despedida de El Entrenador, esa que tantas veces ha sido una obsesión:
“Había llegado el momento en que debíamos sentarnos en la misma habitación, mirarnos a los ojos y decir: Hemos hecho una gran labor. Todos. Y ahora, en lugar de herirnos mutuamente, démonos las gracias y digamos adiós”.
Eso sí, cuando eres grande (y El Entrenador lo era) y cuidas la estética, tu grandeza va contigo allá donde vayas. Otros podrán disfrutar de ella. Nuevas ilusiones, nuevos proyectos, nuevas opciones para meter la canasta ganadora y, siempre una convicción: “Esta vez, cuando llegue el momento, estaré preparado para ganar el partido”.

Por Juan José Hernández Liras.
Entrenador Superior Baloncesto

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